Se veían siempre en la misma plaza, el quería llevarla a conocer a su familia y conocer a la de ella, pero ella no quería, nunca había llevado a nadie, era más jodida. Se pasaron durante meses las tardes enteras tirados en la plaza, que lindas tardes se pueden pasar al lado de esos ojos claros, tan hermosos, el pelo oscuro y ese cuerpo que tanto disfrutaba cuando lo tenía cerca, si no supiera como termina te diría que encajaban perfecto.
La piba se cansó, de ella misma se cansaba, no se soportaba más, odiaba estar enamorada sabiendo que tarde o temprano la iban a lastimar, nunca quería arriesgar nada, lo dejó, no lo quiso ver más.
Un mes después le mandó un mensaje: te extraño. No le contestó, fue directamente a buscarla, la volvían loca esas actitudes impulsivas que tenía, a los treinta minutos estaba con ella, volvieron a amarse, el no le hacía reproches aunque haya desaparecido un mes, solamente la amaba, y ella era feliz con eso, sus cuerpos se entendían más que sus cabezas. Era verse y volver a caer el uno en el otro.
Llegó octubre y tuvieron otro recital, fueron con los chicos a tecnópolis, la previa fue tan buena como la del primer luna park, en los espacios verdes al lado del autopista, con guitarra, escabio y mucha gente con buena onda, más gente nueva para conocer, esa era una de las cosas más lindas que tenían la música y los recitales, te presenta gente increíble.
El recital lo pasó con la negrita, a él no lo vio hasta los últimos temas, cuando tocaron "viejo karma" se encontraron, me siento fuerte y débil a la vez, quizá eso sea el amor... En el medio del tema le grita "JUGATELA FORRA", que pendeja del orto, ya era tarde para querer empezar todo de nuevo, empezaron perdiendo.
Con noviembre tuvieron otros tres recitales juntos. Después de auditorio se fueron juntos con los chicos a la casa de la negra, jugaron al truco y pernoctaron juntos, que feliz la hacía. Al otro fueron a la trastienda y después al bar, 5033.