Empezó el verano, el fue a la casa de la piba a conocer a la familia y días después se fue a la costa con sus amigos, ella se iba todo febrero a Córdoba, otra vez se distanciaban,
El primer día de febrero, antes de irse a Córdoba fue a la casa de él, era la primera vez que iba y nada menos que el día de su cumpleaños. Había pensado toda la semana en qué regalarle, dudaba si comprarle un libro o un cd de música, a los dos les gustaba mucho leer. Vió "señales" de callejeros y le pareció perfecto, el lo había visto entre los cds de la piba y dijo que le encantaba, además se habían echo la promesa de ir a ver juntos a callejeros cuando vuelvan a tocar, le compró el cd.
Estuvo toda la tarde en la casa con los chicos, pasó el día con los hermanos jugando al ping pong y a las cartas, que lindos. Más tarde entre pizzas y charlas, uno de sus amigos sacó la guitarra y empezó a cantar, tocó Felicita y ellos dos no paraban de mirarse y cantarse la canción, como lo amaba.
Al otro día se fue a Córdoba, estuvieron una semana sin hablarse, él no quería molestarla y ella le había estado hablando todos los días mientras el respondía cortante, ahora la que estaba hasta las manos era ella y ya no le importaba si la hacía mierda, quería jugársela, hacer las cosas bien, desde el día que conoció a su familia se dio cuenta que ya no quería perderlo, no iba a querer a nadie como lo quería a el.
Volvió y el pibe ya no estaba igual, se había cansado de la relación. Siempre hay uno que ama más...
En marzo fueron al Cosquín rock, el con sus amigos y ella con la vieja, el primer día del festival se cruzaron de casualidad, él le dio un beso y siguió de largo. Ni cinco minutos juntos, y no les quedaban muchos más (me es imposible de imaginar, agonía más cruel, más aterradora, que mi canto y tu danza alejándose...)
El Cosquín explotó, no iba a dejar que su indiferencia le cague todo.