Días del pasado [Creek] [AU] (Pausada)

3 ~• Agri-Dulce •~

Me encontraba en las calles de Lihult, en camino hacia el castillo. Cuando una ola de pensamiento empezó a invadirme.

¿Será que confundir a la gente era mi mejor habilidad? Siempre me pasaban este tipo de cosas bochornosas.

Nos encontrábamos en las colinas guiando al rebaño para llevarlo al establo, estábamos cruzando un riachuelo cuando sentí que algo me jalo del brazo.

Era Tweek que se había resbalado por el moho acumulado en las piedras. Caí en su regazo salpicando el agua por todos lados, mi vergüenza estaba reflejada en mi rostro, pero al verla como un pollito con frío me hizo sentir culpable, ¿debí estar atento? Me dije a mí mismo.

Me levanté lo más rápido que pude por los nervios para luego ayudarla a ponerse de pie y vi que nos encontrábamos cubierto de barro, después de este incidente resguardamos al rebaño para luego acompañar a Tweek a su casa y explicarles a sus padres lo ocurrido.

Al atravesar la puerta de la residencia de los Tweak, la madre de Tweek estaba por su espera, al vernos cubierto de barro se nos fueron enzimas interrogándose por lo ocurrido (pude descifrar de dónde venían algunos ataques de pánicos de Tweek). Cuando escuchó nuestra historia, se relajó un poco.

—Les prepararé el baño —nos dijo entregándonos unas toallas para abrigarnos un poco del frío.

Transcurrieron unos minutos y la Sra. Tweak nos indicó que el baño estaba listo.

—Si quiere deje que Tweek se bañe primero, yo espero —le dije.

—Pero ¿por qué no se bañan juntos?— Me replicó.

Mi cara se puso roja por la propuesta y tuve que preguntar si estaba bien que me bañara a solas con Tweek.

—Por supuesto, estoy segura de que Tweek lo disfrutará—Me dijo sonriendo. Al volver a confirmarme que estaba bien, tuve que desviar mi mirada hacia Tweek para ratificar la propuesta. Me miró y luego me sonrió para decirme.

—Será divertido—fue su respuesta con una hermosa sonrisa.

Después de esta plática, no pude dejar de querer a la Sra. Tweak.

En el baño el vapor del lugar estaba por todos lados, nos encontrábamos a solas, no quería parecer un pervertido, pero mi mente estaba maquinando muy adelantando, respire un par de veces antes de quitarme mi camisa y ahora tocaba mi pantalón. Le estaba dando la espalda a Tweek para que no viera mi estado de pavura.

—¡Craig! ¡Ven que el agua está divina! —me llamo.

Utilizaste unas palabras muy malas para la ocasión, pensé.

Al pasar lo denso del vapor, pude ver al fin a Tweek. Desde que la conocí siempre me sentí atraído por su hermosa piel, y allí se encontraba al descubierto dejando ver su fina figura.

Ella al contrario cuando me vio se levantó de la tina para darme un espacio para entrar, en esa ocasión noté algo que antes no había visto.

—¡¡DESDE CUANDO ERES VARÓN!!— Grité sorprendido

Él, por su parte, me miró incrédulo a la situación y me respondió.

—Craig, siempre lo he sido.

No sabía cómo asimilar lo que estaba pasando, cuando mi mente se nubló y me desmayé en el lugar.

Su tonalidad de piel no era igual que la de Tweek, pero en esencia se parecía mucho a él. ¿Será qué?

Recordé algo que me había dicho el mago Culón de Cartman: "Las reencarnaciones serán parecidas a la persona, pero siempre cambia algo, sea el sexo, color de cabello, piel y ojo. Las marcas de su muerte se transforman en una especie de lunar; esto solo ocurre cuando mueren por un arma u objeto".

El viaje se me hizo extremadamente corto, con mi mente recordando lo que alguna vez me dijo ese mago, al poco tiempo me di cuenta de que me encontraba entrando al castillo de los Donovan.

Al llegar saludé a los guardias que estaban vigilando la entrada y me dirigí a mi habitación.

Me quité la ropa dejando mi torso sin cubrir y me lancé en esa cama, los pensamientos todavía me invaden. Rememorando lo que me pasó esa noche y lo que me dijo ese despreciable mago.

Pero nunca vi el cuerpo de Tweek en esa ocasión, no sabía qué tipo de heridas tenía, la duda me estaba sacudiendo nuevamente, pero algo vino a mi mente; una marca de nacimiento que tenía Tweek, para confirmar mis sospechas tendría que volver a verla para corroborar si lo que me dijo ese mago era real, pensando en estas cosas me quede dormido.

Como de costumbre ocurría, las pesadillas me devastaron esa noche, me encontraba al frente de esa casa con fuego a mi alrededor.

Esa puerta de color blanco se iba abriendo ante mí poco a poco, dejando ver la horrible escena.

Como siempre los cuerpos estaba amontonado en el centro de la sala y las paredes alrededor tenían esa rara escritura, pero algo había cambiado esta vez, en esta ocasión no era la Sra. Tweak estaba en la cima de los cuerpos y me miraba con esos ojos sin vida, sino que era... Tweek.

Abrí mis ojos y me encontré viendo ese techo gris de piedra, con toda la agitación en mi pecho por aquella pesadilla y el sudor recorrer mi cuerpo. ¿Hasta cuando esa horrible escena me iba a estar persiguiendo?

Me levanté y sentí que algo húmedo y frío tocó mi pecho, fue en ese momento que llevé mi mano a mi rostro para darme cuenta de que estaba llorando, dirigí mi mirada hacia la ventana y note que todavía estaba oscuro.

—¡Juro que los vengaré a todos! — dije entre lágrimas.