Días del pasado [Creek] [AU] (Pausada)

5 ~• La torre solitaria •~

Cuando nos bajamos del carruaje, la joven aprendiz nos indicó que podíamos ingresar a la torre sin ningún problema.

La maga era nuestra guía dentro de esa horrible torre. Al entrar una escalera estaba a nuestra espera, esta iba en espiral en un espacio pequeño y cada cierta altura una puerta se dejaba ver.

Estas puertas eran una habitación distinta de la Torre y si mal no recuerdo el salón de banquete era el lugar donde sería la reunión de los monarcas

—¡Oye Maga! — la llame, ella por su parte se paró y luego me observo — ¿Tu maestro no tiene algún conjuro que nos lleve al lugar de la reunión?

—Bueno, verán, él solo usa la magia para uno personal, dice que sería muy descortés que sus invitados no lleguen por su propia cuenta, además dijo que no gastaría su magia para encantar las escaleras— me dijo subiendo los hombros — así es el Gran Magus.

—En ese caso me adelantaré — Mire hacia donde se encontraba Clyde y Token —lo espero en el salón.

—Feldespar ¿es en serio? —me dijo Token con una cara casi pálida.

— Sí, Clyde vómito hasta el alma en el camino — afirme, dando un brinco por las escaleras — además este es tu castigo por dejarme al muerto — y con eso me adelante.

Al llegar al lugar indicado, pude observar que todos los monarcas habían llegado. Pase al frente de la puerta y me quede esperando a Clyde, Token y la maga a un lado de esta.

El salón de Banquetes estaba compuesto de una gran mesa rectangular en el centro y al lado derecho estaba una chimenea, mientras que en el suelo estaba vestido por una alfombra roja que llenaba por completo el espacio, además de tener un gran ventanal sin ningún diseño en él y una biblioteca pequeña (en comparación a la biblioteca privada del Mago y del Elfo Rey) que estaba de lado opuesto de la chimenea.

Di una ojeada al lugar y observé que la princesa Kenny, estaba con su fiel Paladín Leopold en el ventanal hablando entre ellos, aunque ya ostentaba el título de Reina, todo el mundo se había acostumbrado a llamarla princesa. (entre los presentes, ellos dos son los que menos inconveniente he tenido).

Sentada en la mesa leyendo algo para nada interesante, se encontraba la Reina Wendy y a su lado una guerrera que conocía un poco, Rebecca.

—¿El perro se le adelantó al dueño? —Dijo alguien del otro lado del salón.

Dirigí mi mirada hacia ese lugar y nuestras miradas se toparon.

Era el imponente Rey Elfo Kyle que me veía con indiferencia.

— ¿Algún problema con eso? — le respondí con una mirada desafiante — debe asegurar el lugar antes que mi dueño llegue.

—No creas que por estar bajo la protección de los Donovan dejaré pasar lo que hiciste —se notaba que había perdido un poco la compostura.

Solo reía a lo que me estaba comentando, levante un poco mi semblante, desafiando, enfureciendo un poco más.

Antes de que se me fuera encima, Stan su guerrero, lo interrumpió.

—Majestad cálmese — le dijo agarrándolo de los brazos.

El elfo, por su parte, solo movió su cara hacia un lado chasqueando los dientes.

Estaba bajo la protección de los Donovan, pero el mago me citó para hacerle un favor.

Me encontraba a su espera en el salón de banquete de la torre, mientras era atendido por distintos sirvientes del lugar hasta que el mago llegará.

—¿Por qué la llaman la torre solitaria si está repleta de gente? —pregunte.

—Porque es la única torre que se encuentra por los alrededores — me respondió un sirviente mientras se iba.

—¡Oh! Eso explica muchas cosas.

—¿Estás fascinado por mi casa? Ladrón, Sabes que te tengo vigilado —Era el Gordo del mago

— No — le dije serio — ¿qué puedo hacer por ti mago inútil?

— Feldespar me puede llamar Grand Magus, es un título que pocos magos poseen entre los cuatro reinos — me dijo

—¿el Gran Magus inútil?— Le respondí

—Por lo menos conservas el título —respondió algo cansado— dejando todo atrás, quiero que hagas un trabajo por mí — dijo mientras caminaba hacia la mesa dejando que un mayordomo le sirviera vino tinto en una copa

—¿De qué se Trata? — lo miraba con sospecha, sabía que ese "Magus" no era de fiar.

—Quiero que entres al reino de los Elfos y robes algo importante para ellos.

Lo estaba mirando ahora con sorpresa, entre todos los cuatro reinos. El territorio de los elfos era el más difícil de entrar, esta era originada por su barrera mágica que impedía que cualquiera que no fuera un Elfo entrará.

—Sabes que es imposible — repuse.

—Difícil tal vez, pero no imposible, con mi ayuda entrarás sin ningún problema — agarró el vaso de vino para tomar un poco y luego volvió a poner el vaso donde estaba para continuar —te daré las herramientas mágicas necesarias para que puedas entrar —dijo colocando sus codos sobre la mesa y apoyando su cara en sus manos —Necesito que Robes la Vara del destino de los Elfos.

Después del enfrentamiento con el Rey Elfo, me di cuenta de que la maga había llegado al lugar.

—¿Dónde están los demás? —le pregunté

— Vienen, en cambio, solo que ... — se encontraba en un conflicto mental —no debo decir esto, pero ... Ese Rey tuyo sí que es un peso muerto — Terminó con un suspiro.

Al decir esto, quería asomarme por la puerta a ver si lograba notar por dónde iban.

Pero al transcurrir unos segundos, Token y su saco habían llegado a la sala, ¿por qué el saco?; Fácil Clyde estaba siendo llevado por el hombro del moreno.

A continuación, el salón se oscureció y la única luz que se encontraba en la habitación era la de la chimenea.

—¡Gracias por venir! Y les doy la bienvenida a mis aposentos — dijo el anfitrión del lugar.