13 •~ Otro golpe más ~•

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Estaba muy inquieto por lo que había pasado, según el mensajero, Clyde fue herido durante la excursión.

Lo que nos contó el caballero real, la emboscada las realizaron los enemigos.

El grupo de Clyde se defendió a capa y espada de una manera excepcional.

—Peleaban como si su vida dependiera de ello —contaba Stan—Eran unos bárbaros sanguinarios... Era increíble verlos en acción.

—Están hechos para la guerra — lo interrumpió Token.

Pero habían cometido el mismo error que yo.

— Todos murieron en la emboscada — hizo una pausa o eso creíamos... Uno de ellos estaba escondió en los árboles, nadie del grupo se dio cuenta, hasta que atacó a Clyde— dijo Stan.

—La misma tramoya, que hicieron con nosotros —le respondió Token.

Nos encontrábamos en camino al reino de Elp, aprovechando el largo viaje, Stan el guerrero personal del Rey Elfo Kyle nos contaba con detalle lo ocurrido.

—Lo que nos quieres decir es que... ¿Ninguno de los extranjeros sobrevivo? — preguntó David.

—Solo uno —dijo Stan.

La cara de sorpresa estaba en todos, en especial en Token.

—Aquel que atacó al Rey Donovan.

El miedo se apoderó de mi cuerpo, al sentir que estaba atrás de mí, mis reflejos actuaron solo

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El miedo se apoderó de mi cuerpo, al sentir que estaba atrás de mí, mis reflejos actuaron solo.

—Solo tienes que aceptar —me dijo mientras posaba su vista a una biblioteca, podía sentir su mirada atravesar aquel mueble— al final sales ganando.

Maldición, es rápido.

—¿Qué es lo que ofreces? —le pregunté.

—¿Quieres el doble o el triple?

—Me conformo con el triple —le dije en forma de burla.

—No tengo problema con eso, ¿qué tal si sales y formalizamos el trato? Al fin a cabo son negocios —me dijo el moreno, mientras descendía de candelabro.

¿Será una trampa? ¿Puedo confiar en él? Mierda, la duda me estaba matando. Haré lo que me dice, si intenta algo... solo lo mató, ¿no?

—Te escucho —mientras salía detrás de la biblioteca.

—Una mirada fría, peculiar — dijo, mientras me hacía seña para qué me sentará en una silla de la habitación.

—Raro —dije viéndolo determinante.

El moreno se sentó primero, cruzó sus piernas y se recostó muy cómodo en aquella silla, yo me coloqué de lado de la silla que me señaló.

—Entrégales el broche — dijo sin vacilar.

¿Este tipo está loco? Estaba incrédulo.

—No estoy loco— hizo un largo suspirando.

Días del pasado [Creek] [AU] (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora