Días del pasado [Creek] [AU] (Pausada)

17.3 ~La otra cara de la moneda III ~

No sabía que me había dado de tomar Tweek aquel momento, pero el efecto de las drogas estaban abandonando rápidamente mi cuerpo.

Me encontraba sentado viendo la ventana, intentando procesar todo lo que había pasado en los últimos días.

—Todo se está complicando más — dije con un suspiro, antes de acostarme nuevamente a ver el techo de aquel cuarto.

Un día era feliz en aquellas montañas, otro un pobre diablo que robaba para vivir, después me convertí en uno de los amigos personales del Rey del país vecino y ahora una parte que había perdido en aquellas olvidadas montañas vuelve de la nada.

— ¡Joder! — me levanté nuevamente.

¿Era justo que estuviera pasando todo aquello? Todo era un caos. Mi mente estaba inestable, Yo estaba inseguro.

Mientras me ahogaba en mis pensamientos, la puerta del cuarto sonó.

Me volteé a ver, no respondí a tiempo, así que volvieron a insistir.

— ¡Entra! Token— indiqué.

El moreno entró sin quejarse, al verme de pie, su cara mostró algo de asombro.

— ¿Desde cuándo? — pregunto con duda.

Lo miré incrédulo.

— ¿Qué quieres decir? — no entendía lo que me estaba preguntando.

—Tan solo ayer, tenía espasmos y ni podías estar de pie sin ayuda— hizo una ligera pausa para señalarme — ahora mírate está como si nada

Sabía que no debía mentir.

—No lo sé, Tweek me dio de beber algo, no tengo ni idea de que era — dije rascándome la cabeza

— ¿Tweek? ¿Así se llama... Tweek? — dijo calmado antes de sentarse en la silla de cuarto.

Joder.

— No te voy a presionar Feldespar, pero necesito que me cuente qué paso... Tú y Clyde me andan escondiendo cosas— dijo — esto me tiene agobiado.

Lo miraba sentado en aquel lugar, estaba muy calmado... Está muy molesto, descifre.

— Después de tanto tiempo todavía no confías en mí, lo sé

—Siento que ya habíamos tenido esta discusión— dije cansado.

— Perdiste a toda tu familia por culpa de los extranjeros — me dijo con una mirada desafiante.

— ¿Desde cuándo lo sabes? — respondí molesto.

Esa historia solo la sabia Clyde.

— Investigue por mi propia cuenta —seguía con su mirada desafiante — tú y Clyde no me iban a contar, después de descubrir lo que pasó se lo confesé a Clyde.

Mi ira en ese momento era muy notoria.

— No me mires de esa forma — dijo fríamente — Todo fue tu culpa, tu manera de actuar cada vez que los extranjeros estaban relacionados era muy notoria, así que me puse a investigar y mi punto de partida era tu acento.

— Eso no es tu problema, Black.

—Lo es — dijo con un tono de voz grave — mis amigos se están perdiendo por culpa de una rabia ciega, ¿y no me voy a involucrar?

El asombro posó mi cara dejando atrás la rabia que iba subiendo mientras él seguía hablando.

— Sabes lo peligroso que fue el evento del calabozo.