Capítulo Doce: Como conducir un Maserati.

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Narra Rebecca.

En cuanto terminamos de arreglarnos las cinco, bajamos al encuentro de los chicos que ya nos esperaban junto a la puerta. Caminamos hasta la plaza del pueblo y allí, nos reunimos con Peter. Había un gran ambiente de fiesta y la mayoría de los habitantes estaban allí concentrados, bebiendo, bailando y pasándolo bien. En seguida, me vi envuelta entre los brazos de Niall, haciendo que me moviera al ritmo de la música que sonaba en ese momento.

-¿Y este ataque de amor que te ha dado? –le pregunté divertida mientras dejaba pequeños besos por mi cuello y subía hasta mi mandíbula. Se separó y me miró sonriendo.

-¿Es que ahora no puedo ser cariñoso con mi novia?

-Es extraño que te den estos ataques en público.-

-Si quieres me voy.-dijo haciendo un gesto con los ojos y seguidamente, un amago de irse. Le agarré del cuello de la camisa que se había puesto y le atraje hasta mí.

-He dicho que es raro, no que no me guste.-ambos sonreímos antes de fundirnos en un largo beso.

Después de bailar un par de canciones más, una muchacha joven se subió al escenario y llamó nuestra atención hablando por un micrófono.

-Buenas noches, ¿lo estáis pasando bien? –preguntó simpática. Todo el mundo respondió que sí.- Bueno, pues como ya sabéis, es tradición hacer un pequeño “show” por llamarlo de alguna manera.-la gente rió.- Así que, antes de que el grupo de hoy empiece a tocar, ¿quién se anima a deleitarnos con sus talentos musicales?

Narra Liam.

La gente aplaudió la intervención de la chica de pelo oscuro y, sin tardar mucho, dos niñas pequeñas, iguales, subieron al escenario. Hablaron un momento con un miembro de la banda que tocaría después y empezó a sonar una música muy animada. Ambas cantaban bastante bien, se las veía cómodas ahí arriba y contagiaron al público con su buen humor. El siguiente en subir al escenario fue un chico que tendría más o menos nuestra edad. Él eligió tocar una balada, creo que de Ed Sheeran, con una guitarra. En cierta forma, me recordaba a nuestro irlandés.

-¿Quién es el siguiente? –preguntó de nuevo la morena, colocándose en el centro del escenario una vez el chico se bajó. Nadie contestó. Parecía no haber más candidatos aquella noche.

-Sube tú, Des.-dijo Peter.

-Ni de broma.-contestó mi amiga. Y ahí fue cuando todos empezamos a animarla.

-Venga.-volvió a intervenir Peter.- Canta esa que me enseñaste el otro día.

Insistimos durante algunos minutos pero Des, siguiendo en su tónica de cabezota, se negó en rotundo.

-¡Ella cantará! –gritó Harry señalándola, llamando la atención de todo el mundo y haciendo que nuestra rubia, se convirtiera en un tomate andante.

Narra Taylor.

Harry tuvo la gran idea de hacer que Des subiera al escenario sí o sí y ella lo hizo, a regañadientes y llenando de insultos al pobre chico de rizos. Peter había mencionado que ella había escrito una canción nueva y, conociendo las dotes que Des tenía para eso, estaba deseando escucharla. Seguro que sería increíble.

-Tu cara no me es familiar, ¿eres del pueblo? –le preguntó la chica morena tras agradecerla que subiera al escenario.

-No.-explicó.- Mis amigos y yo hemos venido a pasar unos días de vacaciones.

-Genial.-le sonrió.- Pues, ¡esto es todo tuyo! –y abandonó el escenario.

Des pidió prestada una guitarra acústica que se colgó al hombro. Comprobó que estuviera afinada y se acercó al micrófono. Haría la presentación de su canción, al igual que habían hecho los anteriores.

Unforgettable SummerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora