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presentación

Alegría.

Luke se levantó antes que sonara su despertador y fue directo a bañarse llevándose una toalla consigo, como todos los días. Fue a la cocina y preparó el desayuno para él y sus dos hermanos, los cuales todavía seguían durmiendo porque podían levantarse más tarde que él. Dejo todo arriba de la mesa y cuando se hizo la hora de irse agarro sus cosas y salió de la casa dirigiéndose a la parada del colectivo.

Ya adentro de este, Stella estaba apoyada contra la ventana a punto de dormirse, Luke se rio de ella y se sento a su lado, dándole un gran susto al hablarle.

-¡Luke! ¡¿Estás loco?!

-Buen día - Le sonrió y saco su celular para verificar si tenía algún mensaje que podría importarle. Vio el grupo de WhatsApp del curso donde discutían sobre la prueba de Fisicoquímica. Él se sentía seguro sobre esta, ya que había estado estudiando todo este tiempo - ¿Cómo estás?

-Cansada, hoy tengo prueba de Historia.

-Éxitos - Se rio y ella solamente trato de hacer una sonrisa mientras que se volvía a apoyar contra el vidrio - Bueno yo hoy tengo prueba de Fisicoquímica, y la verdad que estoy bastante confiado, sé que me va a ir genial.

-Hay que bajar - Fue lo único que ella le dijo mientras que se paraba de su asiento y lo seguía hasta la puerta de descenso.

Si bien Stella y Luke eran amigos, ella no hacía notar mucho interés en esa amistad, pero él no dejaría que eso lo haga ponerse triste. Le gustaba su vida, la disfrutaba a pleno, no había una razón por la cual enojarse o entristecerse.

Esperaron juntos a que tocara el timbre y abrieran las puertas mientras que hablaban de lo que habían hecho el fin de semana, uno de sus compañeros se acercaron a saludarlos y algunos se quedaban en el grupo, pero Stella solamente le hablaba a Luke.

El no entendía el porqué de toda la ropa negra, y como casi nunca sonreía, se preguntó como hubiese sido el si fuese como su amiga, y no pudo encontrar una respuesta, porque no podía imaginárselo.

-¿Escuchaste el último disco de Fall Out Boy? - Stella le pregunto cuando las puertas se abrieron y ellos entraban a la institución.

-Todavía no, no tengo mucho tiempo.

-Luke, salió como hace dos meses.

-El colegio me tiene ocupado, además que con mi mamá empezamos un curso de cocina y...

-Dios, estás loco - Y dicho eso, se alejó de él yéndose a su aula, y él no la vio salir nunca más de ahí.

La profesora había alcanzado a corregir su prueba y se había sacado la mejor nota de todo su curso, festejo para sus adentros y les mando un mensaje a sus padres diciéndole las buenas noticias y después espero a que sonara el timbre para salir al recreo.

Agresión.

Ashton se bajó del colectivo y se puso su campera al sentir el chiflete del viento. Camino en contra del tránsito tres cuadras y se detuvo en la puerta de un edificio, toco el Quinto D y espero a que alguien lo atendiera.

- ¿Quién es? - Dijo una voz distorsionada desde el portero.

-Ashton - Y basto con solo decir su nombre para que se sienta un ruido de vibración, y el chico abra la puerta.

Se subió al ascensor y espero mientras que la música de este lo hacía enojarse. No entendió la necesidad de esa música, la gente se aburre igual en los ascensores, para lo único que lo usan es para subir, bajar y llegar a su destino. Ashton pasó las manos por su cara y trato de respirar profundo. No funcionó.

Salió del "transporte" sumamente enojado y toco a la puerta del departamento. Inmediatamente, su novia, Prim, le abrió y lo dejo pasar, sin recibir ningún beso. Él se sacó la campera y la tiro por ahí, entonces golpeó la pared con una furia terrible.

-Ashton, ¿estas bien? - Ella pregunto.

-¡No! ¡Voy a matar al que hace esas malditas canciones!

-Bueno, calmate, te voy a traer un poco de agua - Pero él no la escucho, solamente le pego otra vez a la pared todavía más enojado.

Tristeza.

-Michael - Dijo su madre mientras tocaba la puerta de la habitación del adolescente, haciendo que la fuerte música proveniente de adentro se apagara - La comida esta lista.

-No tengo hambre - Fue tan difícil escucharlo, pero ella ya estaba acostumbrada a esto que siempre pegaba su oreja en la puerta.

-¿Estas seguro, hijo?

-Sí, mamá. No tengo hambre - Y dando por acabada la conversación se volvió a escuchar la música. La mujer se alejó.

Adentro de la habitación se encontraba Michael (como antes ya mencionado) y un montón de libros de filosofía tirados en el piso, los cuales les parecían absurdos tenerlos ya que no los leía y tampoco iba a hacerlo. Todos eran regalos de sus familiares enterados de la reciente caída del adolescente, aunque él se negaba a tener esa etiqueta. Él no estaba triste, solamente no estaba feliz, y le gustaba encerrarse en su habitación mientras escuchaba a sus bandas favoritas.

Egocentrismo.

Un grupo de amigos entro por la puerta de la fraternidad, sin captar atención alguna. Se miraron entre sí y se separaron, entendiendo que se encontraban a la salida dentro de unas horas. Calum se dirigió a la barra y espero pacientemente a que el entregaran su bebida. Mientras que miraba a alguna de las chicas a sus costados.

Divisó a Nicole del otro lado de la habitación y se preparó para ir tras ella, aunque no alcanzó a dar ni dos pasos que un chico se le había acercado y la había besado. Calum se quedó inmóvil y el barman le tendió su bebida. No paro de mirarlos sin pensar en absolutamente nada.

-¿Sabías que si te descubren mirándolos quedarías como un pervertido, verdad? - La voz de una chica lo sacó de su transe y miro para su costado. Ella parecía bastante menor como para una fiesta de fraternidad.

-¿Sabías que esta no es una fiesta para bebes, verdad?

-No soy una bebe - Ella se vio ofendida y Calum largo una carcajada, después se llevó otra vez su vaso a la boca.

-Pero tampoco sos mayor de dieciocho.

-Bueno, está bien, puede ser que todavía ni siquiera este en la universidad - Ella dice después de estar callada por unos segundos - Pero creo que sos el único que se dio cuenta.

-¿Viniste sola?

-No, con unas amigas, pero hace como quince minutos que vi a una subir las escaleras y otra esta por allá bailando y a la otra la perdí y no creo volver a encontrarla.

-Y por eso, ahora estás hablando con el más lindo de la fiesta - Calum se acomodó el cuello de su camisa y ella se rio tan fuerte que podría escucharse por encima de la música - ¿Qué es lo gracioso?

-Que aunque seas el más lindo de la fiesta, nunca estaría contigo, solamente por esa actitud de mierda que acabas de tener.

-¿Actitud de mierda? - Pero ella solamente se dio vuelta y camino para otro lado con Calum siguiéndola con la mirada y odiándose porque ni siquiera sabía el nombre de la chica.