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(8) tristeza

Cuando Courtney Blair se sentó al lado de Michael al llegar al colegio el chico la miro raro, mientras que ella se encogía de hombros. Había un montón de asientos vacios, hasta su amiga, Joanna, ya había llegado al colegio y tenía un asiento libre a su lado, pero a Courtney se le había ocurrido sentarse al lado suyo. ¿Por qué?

-Hola – Le dijo ella mientras se sacaba la campera y la colgaba en su respaldo, Michael no sabía si responderle o no - ¿Michael, verdad?

-Sí, hola – Se animó a decir y le ofreció la mano, lo cual después vio como un movimiento bastante tonto, pero ella se había reído y le había agarrado la mano para sacudirla y después retirarla – Y vos sos Courtney.

-Pensé que no sabías mi nombre.

-Bueno, tu apellido va antes que el mismo en la lista, entonces siempre estoy atento para cuando levantar la mano porque sé que después soy yo el que la tiene que levantar, y así no tengo que sacarme mis auriculares.

-Bien pensado.

-Sí, lo sé – Y la conversación acabó ahí, no porque el profesor entro al salón, sino porque ninguno de los dos dijo nada más. Courtney estaba bastante nerviosa de tener a Michael tan callado a su lado, sentía que tenía que seguir hablando con él, pero no sabía que decirle. Michael, en cambio, agradeció que ella no le haya seguido hablando, porque creía que iba a empezar a decir cualquier cosa de tan solo tenerla cerca hablándole.

El timbre del primer recreo sonó haciendo que todos los alumnos empezaran a pararse y salir por la puerta del aula, sin importarle si el profesor seguía hablando o no. Michael no era uno de la multitud, es más, se había quedado sentado y había puesto en reproducción su disco favorito de Led Zeppelin pero después se dio cuenta que Courtney seguía sentada a su lado y no paraba de mirarlo. Se sacó un auricular y se quedó mirándola extrañando.

-¿Pasa algo?

-No, nada, es que, este sábado hago una fiesta.

-Que bien.

-Y me gustaría que vinieras.

-Ah, está bien – Michael había quedado atónito. Courtney Blair le había dicho que lo quería en su fiesta. A él. A Michael Clifford – Supongo que voy a ir, supongo.

-Buenísimo.