(10) egocentrismo

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-Levantate – Le dijo su compañero de cuarto entrando a la habitación y tirándole una toalla a Calum en la cabeza, salvándolo de ver su pene al aire – No te atrevas de sacarte la toalla, estoy desnudo – Le advirtió al ver que se estaba por sacar la toalla de encima.

-¿Qué pasa, Kyle? – Se sacó la toalla de encima cuando supuso que su amigo ya no estaba más desnudo, y agradeció a Dios que así hubiese sido.

-Nos vamos a una fiesta.

-¿Una fiesta?

-Si, una fiesta, es de secundaria.

-¿Una fiesta de secundaria?

-¿Podes cambiarte? Nos tenemos que ir.

-No voy a ir a una fiesta de secundaria lleno de bebés.

-¿Lleno de bebés? Dirás, lleno de chicas esperando perder la virginidad a tal punto de emborracharse y no recordar ni siquiera con quien lo hicieron.

-Esta bien, voy – No había necesitado tanto trabajo conocer a Calum, él estaba listo para las chicas, como sabía que las chicas estaban listas para él.

Kyle condujo hasta la casa donde se haría la fiesta, y dejo su auto estacionado en cualquier lugar, ya que la mayoría de los adolescentes todavía no obtenían su permiso, entonces había lugar de sobra. Una de las ventajas de ir a fiestas de más chicos.

-Nos vemos a las tres, cualquier cosa te mando un mensaje, porque siento que esta fiesta va a ser pan comido – Le dijo su amigo mientras que le ponía alarma a su auto y entraba rápido a la fiesta.

Calum camino lentamente, captando la atención de varias chicas las cuales reían con sus vasos en manos y bailaban, pero prefirió irse primero a la barra para buscarse algo para tomar. No iba a coquetear con ninguna estando lucido, porque eso no era lo suyo.

Cuando llego a la barra observo a las personas alrededor de ella, y su mirada cayó en la chica del otro día. La cual estaba quieta mirando a un punto fijo, el cual el siguió, encontrándose con una pareja besándose al lado de las escaleras. Sonrió y se acercó a ella, sabiendo exactamente lo que iba a decir.

-¿Sabías que si te descubren mirándolos quedarías como una pervertida, verdad? – Le susurro en el oído haciendo que ella se sobresaltara. Encontró sus ojos y su cara siguió con la misma expresión enojada.

-¿Sabías que esta no es una fiesta para viejos, verdad?

-Qué lindo que te acuerdes de nuestras primeras palabras – Le hizo una cara tierna y ella le pego lentamente en el hombro, haciendo que se riera.

-¿Qué estás haciendo acá? Diría tu nombre pero no lo sé.

-Soy Calum.

-Tampoco pedí saberlo.

-No te hagas la dura, sabes que te encantan estos encuentros que estamos teniendo últimamente.

-Por favor, Calum.

-Me gusta cómo suena mi nombre en tus labios.

-Te vuelvo a repetir, ¿Qué haces acá?

-Mi amigo quería venir a quitarle la virginidad a unas cuantas chicas de secundaria, ¿vos?

-Que sutil, me encanta – Ambos se rieron y se quedaron mirando por un momento – Pero bueno, como la otra vez, mis amigas querían venir. A perder su virginidad.

-¿No sería algo gracioso que mi amigo se acostase con alguna amiga tuya?

-Puede ser, puede ser.

-Todavía no me dijiste tu nombre, me lo estabas por decir pero te agarro como un ataque y me dejaste solo con dos cafés.

-Ah, por eso, perdón – Hizo una mueca – Tenía cosas que hacer, yo solamente quería tomar mi café e irme caminando, pero vos insististe en...

-¿Perdon? Nunca te insistí en nada.

-Prácticamente, me rogaste comprándome un café para que me quedase hablando con vos.

-Es solamente porque bueno, me gustaría conocerte.    

feelings; 5sosWhere stories live. Discover now