Todos se quedaron parados en su lugar como estatuas, como si estuvieran congelados en el tiempo. Yo estaba igual, tiesa como un muerto, mi madre alternaba la mirada entre la gente y yo. Volteé hacia Luka y le dije lo suficientemente fuerte para que escuchara.
—Si claro sería el colmo...
Mi madre se puso tan roja que creí que explotara y quedaríamos cubiertos de sesos, entré a la casa ignorando a todos incluida mi madre, me molestaba el papel que estaba tomando haciéndose ver como la madre preocupada, me quedé ahí en la escalera y escuché a mi madre hablar . — Quiero a todos fuera de mi casa o llamare a la policía — estaba molesta pero lo dijo tan tranquila que me asustó. Subí a mi habitación negándome a escuchar los sermones que me daría mi madre. Esto si que era el colmo, aparecer en mi fiesta, después de no venir nueve meses. Me dolía la actitud que toma en este tipo de situaciones, era obvió, no por fiestas, pero cualquier error lo hacia algo enorme exagerando las cosas. Yo sólo debía escuchar sin replicar o sería peor para mi pues mi castigo era que ella se quedara más tiempo aquí culpandome de que pierde el tiempo conmigo, cuando podría estar haciendo más dinero de el que puede gastar. No sé que hará esta vez pero no creo que sólo lo deje pasar, sé que se decepcionar aún más de mi y me bajara la autoestima diciendo cosas hirientes sobre mi persona. Después de todo aún me preocupa que la decepcione, no soy lo que esperan ella y mi padre. Y no entiendo porque no encajó en su vida, porque no me aceptan tal y como soy, como haría cualquier padre normal. Pero ahí esta el problema, mis padres no son normales, mi padre es el gobernador. Es alguien importante para toda la gente de aquí y ni su apeido me salva de las burlas. Por eso mi madre no quiere que haga cosas como esta pues les quita su buena reputación, a veces pienso que ella quiere que sea como esas mujeres pláticas y huecas de las películas, esas que hacen sufrir a los demás para sentirse bien.
Pero no soy así ni lo seré.
Escucho que tocan mi puerta y no quiero abrir. —Elaine abre —manda mi madre, siento las lágrimas acumulándose en mis ojos y no sé porque quiero llorar, no sé si es de tristeza o de enojo. Quería estar con Bastian y pasarla bien en mi primera fiesta, quería bailar más con Luka, quería que mi madre viniera, si, pero no hoy.
Toca de nuevo la puerta y esta vez más fuerte — Hija no estoy molesta. — ¡me llamó hija!, una felicidad placentera llena mi pecho y me levanto de mi cama para abrir la puerta, al tomar la perilla dudo un poco, ella suele mentir, esta mintiendo. Poco a poco suelto la manija y me vuelvo a acomodar en la cama ahora si dejo salir las lágrimas y espero que se vaya. Necesitó hacer de cuenta que no esta, que sólo fue un sueño. No quiero pensar en cuantas burlas voy a recibir en la escuela, por mi fiesta fracasada. Seguro ahora si notaran quien soy y sólo para burlarse de mi.
Mi madre seguía insistiendo y no se iría de ahí hasta humillarme. Abrí la puerta y espere a que entrara, su cara estaba perfecta por el maquillaje apenas se le notaban las arrugas, sus manos las tenía tomadas por enfrente, y me miraba con decepción. No quería verla más así que aparte la mirada y jugué con mis dedos a modo de nerviosismo. ¿Cuándo acabaría mi tortura? — Estoy muy decepcionada de ti —todo lo dijo tan lento y como si me diera una bofetada, no la miré cuando rompió mi corazón .
—Lo lamento — odie que mi voz saliera temblorosa.
— Es que no puedes ser más tonta Elaine, hacer una fiesta si mi permiso y supervisión es algo, pero invitar a esos salvajes Armistead es otra cosa, nunca creí que fueras capaz de semejante bajeza.
—A ellos no los metas en esto, además ¿qué tiene de malo por fin tener amigos? — reproché
—Puedes tener amigos, pero no ellos, ya tienes a Luka el es de buena familia su madre es maravillosa y nos hace bien a nosotros.
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"PLENILUNIO" (COMPLETA)
WerewolfDesde pequeña me sentía diferente a los demás, no me gustaba lo que a una niña "debería" gustarle, y no comprendía el por que. Mi curiosidad me metió en varios problemas a corta edad , ni me imaginaba lo que podían provocar mis simples travesuras. E...