➡️Capitulo 20 - ¿Donde esta Bastian?; parte 2

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Narra Luka.

Cuando todos estábamos listos salimos de la casa con mucha esperanza y dispuestos a matar a Magnus y a salvar a Bastian.

Mi manada venía a mis espaldas, le entregamos antes de salir las balas a Caleb, fuimos al lugar que nos mostró André con sus recuerdos, sabíamos que era peligroso, sabíamos que podríamos morir ahí, sabíamos que eran muy pocas las posibilidades de salir juntos, pero eso no nos detuvo ni nos detendría.

Llevaba el corazón en la garganta, era normal tener miedo, mis sentidos me ayudaban ya que eran más agudos que los de los demás. Me mandaron a mi a liderarlos, me seguían muy de cerca.

Mis pasos sonaban en la tierra húmeda, estábamos a punto de llegar —Es por aquí — nos dijo André, lo seguimos a una rendija que estaba alejada de la puerta de entrada, tenía una cubierta que servía como filtro para que no entraran ramas o algo por el estilo.

Cori con ese fuerte cuerpo tomó la rejilla y la jaló arrancándola, tierra voló al dejarla caer al suelo. Asentí agradeciendo y entre primero yo, les hice una señal para que siguieran pero con cuidado, adentro sólo se podían ver metros y metros de pasillos metálicos, unas luces en el techo que nos permitían ver en suelo que pisabamos era lo único que había .

Me detuve un momento en una esquina y escuché con atención. A la derecha había tres hombres esparcidos de manera estrategica, a la izquierda había cinco mas. Si había más a la izquierda significa que ahí debe haber algo importante que están escondiendo, caminé con sigilo a la izquierda. El primero de los cinco hombres apareció en mi camino, le di un golpe seco en el rostro que lo noqueó de inmediato, era débil. Lo tomé antes de que cayera al suelo para no alertar a los demás vigías, todos caminaban tras de mi, sus corazones latían desenfrenados lo cual me distraía un poco por el ruido .

Teníamos que doblar a la izquierda de nuevo, pues escuche sollozos y gritos por ahí, me asomé antes de dar vuelta, un hombre grande en tamaño y músculos estaba vigilando una puerta gris de metal reforzado con seis cerraduras, si dobláramos hacia allá nos vería enseguida y alertaria a los demás , me escondí y trate de conectar con los pensamientos de Colín.

++Hay un hombre grande en una puerta, debes derribarlo, no lo mates ++  le pedí.

++Hecho++ avanzó y se puso en posición de carrera, asentí y el salió corriendo lo más rápido que pudo y golpeó la cabeza de el tipo contra la puerta lo sostuvo antes de caer al suelo.

Se vio tan fácil aunque cualquier humano no lo haría, el es veloz y por eso se lo pedí a el. Caminamos a su encuentro y no pude evitar mirar hacia dentro de esa puerta, me encontré con unos ojos ámbar brillantes, olí a fondo. —¡Fox! — reconocí el aroma de inmediato.

Abrí las cerraduras rompiéndolas, —¿¡Qué estas haciendo!? Les avisarás que estamos aquí y la bienvenida no será bonita — no le hice caso a Dash, abrí la puerta y entre rápido a auxiliar a la loba hecha ovillo en una esquina.

Tranquila ya estoy aquí — susurré y mi manada entró, ella nos reconoció y se dejó ver en su forma humana, la cubrí con mi chaqueta y la animé a levantarse, estaba extremadamente flaca sus huesos se notaba, tenía moretones y heridas abiertas, había comida podrida en el suelo y su labio estaba partido, tenía vómito seco en la comisura de sus labios.

Sentí una debilidad extraña invadir mi cuerpo, —¡Salgan de inmediato! — todos me hicieron caso y saqué a Fox de la celda, la mantenían débil con matalobos en el aire acondicionado. Por eso no sanaba, en pequeñas cantidades es como un sedante.

—¡Ya vámonos! — Colín exigió, siempre tan impaciente, esta mujer es de mi manada y no la dejaré ahí, de hecho no dejaré a nadie de los que esta en esta putas celdas.

"PLENILUNIO"  (COMPLETA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora