Mi niñero. -Vkook-

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Maratón 1/?

Taehyung sostiene la manita de Jungkook con fuerza a tal punto que lo lástima, pero el pequeño guarda silencio ante el dolor, no quiere causar molestia o que se enoje el castaño. Taehyung saca de su bolsillo las llaves y las introduce en la puerta haciéndola abrir adentrando de un movimiento rápido al azabache y cerrando detrás suyo la puerta con llave. Coloca sus manos en la puerta suspirando feroz —¿Sabes que es lo que más me gustó de ti y lo que me hizo regresar? — dice girándose hacia el pequeño quien se mantiene helado de pie viendo su fría mirada —Tu linda carita al temerme, tu linda carita que expresa el miedo, Oh conejito, sabrás lo que es bueno—

JungKook bajó la mirada instantáneamente, odiando en lo profundo de su ser que TaeHyung tuviera razón respecto al temor que sentía hacia él. Y no sólo eso, sino lo manipulable que podría llegar a ser si el mayor se lo proponía. Un ejemplo claro era que seguía callando el miedo que su niñero le brindaba, negándose a confesarle a su madre que ese joven de mirada penetrante era meticulosamente malévolo con él.

Taehyung se acercó con cuidado al azabache colocando su mano detrás del cuello del menor, mirándolo directamente a los ojos, penetrándolo de manera fría, causándole escalofríos.

— ¿Hyung?—Tragó en seco, sintiendo sus piernas ceder al temor creciendo de sus entrañas al ver demasiado cerca el rostro del mayor.

—Pequeño JungKook, pobre de ti—TaeHyung apretó con brusquedad sus labios contra los del menor, deseando ingresar su lengua y rozarla con la ajena—Abre la boca—Demandó, apretando con más fuerza la nuca de JungKook—Abre la boca—Mordió el labio inferior ajeno, arrancando un lloriqueo que le permitió meter su lengua en la cavidad del menor.

Saboreando la Virgen cavidad del azabache, esa que no había sido tocada por alguien más ni mucho menos probada. De su bolsillo comenzó a deslizar una navaja de mariposa, dejando ver el brillante brillo del metal. Comienza a deslizarla por el cuello del menor, pasando el frío filo por su piel nívea, quiere cortarlo, quiere marcarlo y saborear su sangre.

Desvergonzadamente, TaeHyung amolda ahora la otra mano en el respingado trasero de JungKook, amasándolo a su gusto sin dejar de besarlo y de deslizar la filosa hoja de la navaja por un costado del cuello del menor.

Comenzando a empujar la punta e introduciéndola en la tersa y suave piel del pelinegro, dejando escapar un hilo de sangre.

Taehyung se separa del azabache y lame su labio inferior, su sangre se ve dulce y con buena pinta, quiere saborearla. Se acerca a su cuello y comienza a pasar su lengua por la cortada, deleitándose por el exquisito sabor —Mmmm, como lo imaginé lindo conejito— susurra degustando el sabor metálico del menor.

—Hyung... basta—Interpone sus manos en el pecho del mayor, queriendo ejercer fuerza para empujarlo. Pero el férreo agarre de TaeHyung en su trasero lo mantienen en su sitio, provocando también irritarlo por su mal comportamiento.