Fumemos, pues

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Se alerta a los lectores y a las lectoras de esta novela que este capítulo contiene alto contenido sexual, diversas palabras obscenas y explícitas.

Leer bajo responsabilidad propia.

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Dylmas

-¿Entonces te quedas en mi casa? Venga, Tommy- pide Dylan.

Quiere que su rubio amigo se quede a dormir con él en lugar de ir a un hotel, pero este no se ve con ganas de aceptar.

-No sé, Dyl...- duda Thomas.

Dylan rueda los ojos y se reclina en el sofá.

-¿Que os pasa ahora?- pregunta Ki entrando a la habitación del hotel de sus amigos.

-Que en unos días es el estreno en Los Ángeles y Thomas quiere irse a un hotel cuando lo estoy invitando a venirse a mi casa. Aparte de que no veo la necesidad de separarnos cuando en unos días vamos a volver a vernos.

Ki sonríe y ambos se quedan mirando a Thomas.

-¡Está bien!- cede- solo no quería ser una molestia.

Dylan sonríe y salta en el sitio.

-Nunca eres una molestia, Thomas- toca su rodilla acariciándola por unos segundos y después sonríe apartándola.

Thomas sufre un escalofrío mientras lo ve todo a cámara lenta y no puede evitar sonreír.

(...)

-Mi casa es tu casa. Total y absolutamente, sin limitaciones- comenta Dylan entrando con las maletas.

-Gracias, Dyl. ¿Dormiré contigo?- pregunta dejando su maleta en el suelo unos segundos.

-Claro- responde Dylan obvio.

-Voy a tu cuarto a dejar la maleta entonces- dice el rubio.

-Vale. Yo voy a preparar algo de comer, vengo hambriento. ¿Cerveza?- pregunta Dylan.

-¡Seguro!- grita el mayor subiendo corriendo las escaleras.

-En realidad es un niño pequeño- se ríe Dylan entrando en la cocina.

Thomas, al llegar al cuarto de Dylan, deja la maleta a los pies de la cama y se deja caer en ella suspirando.

Se pone boca abajo y coge una de las almohadas para hacer bien la cama. Se queda acurrucado contra ella durante unos minutos hasta casi quedarse dormido.

Cuando termina de hacer un par de bocadillos, Dylan lleva la bandeja con estos y las cervezas a su habitación. En su cama ve a Thomas dormido y decide acercarse lentamente. Deja la bandeja en la mesilla y se sube a la cama dejando sus piernas a los lados de Thomas.

-Oye, Thomas- lo llama y Thomas no se mueve.

Está por acariciarle la mejilla cuanto Thomas abre los ojos y Dylan se cae a su lado del susto.

-No estaba dormido- sonríe Thomas al ver a Dylan.

-Parecías- contesta Dylan mirando para el rubio- si quieres dormimos primero un poco.

Frota suavemente el brazo de Thomas con su mano y este sonríe cerrando los ojos.

-No, vamos tomar todo esto mejor. Las cervezas calientes están asquerosas.

Ambos se ríen y Dylan acomoda la bandeja entre ellos.

Después de varias horas de risas, deciden pedir un par de pizzas para cenar. Más cervezas y algún que otro cigarrillo.

ONE-SHOTS DYLMAS/NEWTMASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora