4/10

7.5K 863 226
                                    


Observando la sala de entrenamiento, Tony se dio cuenta de la manera en que Visión buscaba proteger constantemente a Wanda de las pruebas, en realidad se dio cuenta de que la mayoría lo hacía, excepto Rhodey, pero los tres restantes reaccionaban con una sincronización prodigiosa, logro del hombre que gritaba órdenes y sostenía un escudo.

También se percató de lo ajustado del traje de Steve, tenía que arreglar eso si no quería estar constantemente distraído cuando estuviera en la base.

Un pequeño misil se estrelló contra el vidrio frente a Tony, la explosión ni siquiera lo perturbo, ninguno de los obstáculos en el circuito podría dañar o atravesar la camara de observación, pero no se perdió la mirada decepcionada de Wanda.

Hill y unos cuantos agentes más permanecían a su lado, evaluando el entrenamiento.

—Creo que Wanda necesita completar un circuito ella sola.

María lo miró de reojo. —Pienso lo mismo, ella aun no puede salir en una misión, pero debe de estar preparada para cuando lo haga, todos la protegen como si fuera tesoro nacional.

Tony sonrió cínico ante eso.

—Eso es porque es una niña.

No le importó que su voz saliera cargada de ironía.

Sabía que no era el único en notar como la chica parecía destruir con saña cada uno de los robots creados por Tony, Wanda parecía concentrarse únicamente en acabar con los centinelas, y él no podía detener el estremecimiento que eso le generaba.

—Los centinelas necesitan mejoras —dijo Hill fingiendo estar concentrada en el entrenamiento.

—Por supuesto que si —murmuró con sarcasmo.

Cuando el entrenamiento acabo, Tony ya pensaba sobre cómo mejorar el equipamiento de Máquina de guerra, también como mantenerse lo más alejado de la chica.

Los agentes en la sala de observación salieron dejándolos solos.

—¿Estas enamorada de Pepper? —decidió preguntar Tony girando para estudiar a María.

Ella simplemente lo miro incomoda.

—¿Te importa?

—Odiaría tener que encontrar la forma de deshacerme de ti —respondió mirándola con una expresión impasible.

—No busco hacerle daño, es ella la que parece querer hacerme daño.

Ambos se miraron fijamente, pudo ver en sus ojos que ella hablaba con la verdad, Tony necesitaba tener una conversación seria con Pepper sobre lo que planeaba hacer con la agente.

—Ella es complicada, pero pienso que le interesas mucho, demasiado diría yo.

Ella abrió la boca para responderle justo cuando una mujer rubia de cabello corto y rostro serio entraba por la puerta.

—Agente Hill, necesito su autorización para... — La rubia guardo silencio nada más ver a Tony.

—Sharon Cárter. —La presentó Hill compuesta y relegando su conversación —Tony Stark.

Tony no mostro ningún interés en tenderle la mano.

—Es sobrina de Peggy —aclaró María observando su animosidad.

Tony asintió con indiferencia, no informo que ya la conocía, y Sharon tampoco pareció querer dar a conocer ese dato.

Tiempo después Tony se encontraba sentado, fingiendo no escuchar a Fury sobre la próxima misión, mientras observaba la manera en que Sharon ponía todo su empeño en impresionar a Steve, ella realmente estaba esforzándose en llamar su atención, el cual conseguía, pero solo en la forma de perfecta amabilidad marca Rogers. Era patético, como una Lydia Bennett.

El día en que Steve Rogers llegó a su limiteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora