You Kill Me

Me Estás Matando

9 años antes...

-¿Kenzie?, cariño, levántate llegaras tarde a la escuela.
-Voy mama

Tome fuerza (no sé de dónde) y logre levantarme de la cama y me dirigí al baño. Lavé mi cara y mis dientes y luego regrese a mi habitación para vestirme; lo bueno de ir a un colegio privado era usar el uniforme, no debía preocuparme, odiaba elegir que usar a diario. En fin, me vestí y de inmediato tome mi mochila y baje corriendo, porque como dijo mama iba a llegar tarde.

-Buenos días a todos-grite al entrar a la cocina.
-Buenos días princesa-saludo mi padre, el era un hombre sumamente alto, rubio y de ojos claros, de unos 41 años.- ¿panqueques?
-No gracias debo correr, zack debe de estar esperándome

-Bueno...por cierto, es verdad te está esperando en el sofá.

Mire a mi padre con el ceño fruncido y de inmediato tome mi almuerzo y mi casco y me dirigí a la sala. Cuando llegue al sofá divise a un niño de cabello risazo y negro, un poco más alto que yo y con ojos grises, efectivamente era zack.

-¿Qué haces aquí?-pregunte sorprendida.
-Me acostumbre a que lleguemos tarde por tu culpa, así que... decidí hacer lo mismo que tu, no preocuparme por qué nos rete la profesora.-dijo y note un tono algo molesto en su vos.

-Emmm...okay-dije y tome mi patineta -¿vamos?
-Seguro- el tomo su patineta - ¡ADIOS SEÑOR Y SEÑORA ADAMS!

-ADIOS NIÑOS QUE SE DIVIERTAN EN LA ESCUELA.

Sin siquiera responder al saludo de mi madre salimos de la casa y empezamos a nos dirigimos a la escuela, la cual quedaba relativamente cerca de la escuela. Zack iba en su patineta roja, de hecho, el amaba tanto su patineta que le estampo dibujos de motos; zack decía que algún día cuando sea adolecente iba a tener una harley, ese era su sueño. Teníamos todo planeado, el me pasaría a buscar todos los días para ir juntos en su harley hacia la escuela.

-Tengo que contarte algo-dijo zack por primera vez desde que salimos de casa.
-¿Qué ocurre?-pregunte algo preocupada al notar la expresión de tristeza que tenia e el rostro.

-Mis padres se separaron-dijo en un sollozo- al parecer tomaron la decisión hace tiempo y me lo dijeron ayer.

-Zack, no llores por favor-detuve mi patineta, zack hizo lo mismo, y lo abrace con todas mis fuerzas mientras el lloraba.- ya verás que todo se solucionara y volverán a estar juntos.

-Ellos ya se divorciaron, no hay vuelta atrás-dijo separándose de mi- estoy así porque me mudaré con mama a florida y no podre verte más.

Al escuchar esas palabras no aguante y llore con todas mis fuerzas, eso no podía ser verdad, NO PODIAN SEPARARNOS; zack era mi mejor amigo desde que tengo memoria, no sé como viviría sin él, tienen que haber algo que hacer para evitarlo.

-Tranquilo, ya veremos cómo solucionarlo-mentí tratando de tranquilizarlo al darme cuenta que no podíamos hacer nada para evitar que se vayan- por más que te vayas seguiremos siendo los mejores amigos, y hablaremos por teléfono todos los días.

-¿Lo prometes?- pregunto esperanzado
-Lo prometo-le sonreí- cuando se van?
-Esta noche - dijo con la cabeza gacha tratando de que no lo vea llorar.

-Bueno-le sonreí - entonces vamos.
-¿Qué?- pude ver la confusión en su rostro

- Este es posiblemente nuestro día juntos y tenemos que hacer, pero primero...-vi como en su rostro se asomo una feliz sonrisa entre las lagrimas que seguían deslizándose desde sus ojos por sus mejillas-límpiate esas lagrimas y vamos, que llegaremos realmente tarde esta vez .

Sin decir más partimos hacia la escuela, hablando de temas sin importancia, mientras que yo en mi cabeza pensaba en que sería de mi vida sin ese niño.

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-Prometo llamarte todos los días, kenz-dio entre risas y lagrimas, era la despedida más extraña que había visto.

Eran 10 pm y estamos en el aeropuerto mis padres y yo despidiéndonos de zack y su madre. Él y yo habíamos pasado todo el día junto jugando, yendo a los lugares que amábamos y hicimos lomas os gusta dormir en la carpa de luces.

-Mas te vale, si no lo haces me tomare un avión para golpearte con mi patineta en la cabeza, ¿entendido?-el asintió rápidamente y nos sonreímos.
-Último llamado para los pasajeros del 127-se escucho por los altavoces del aeropuerto.
-Te voy a extrañar-dije aguantando una lagrima
-Yo igual-dijo entre un sollozo- siempre será mi mejor amiga, no me olvides
-Y tu el mío, yo no me olvidare de ti, si tu no me olvides de mi-nos abrasamos fuertemente- Ya vete, me estas matando enano, adiós.

Lo siguiente a eso fue aun más doloroso que lo anterior, verlo irse fue lo peor que me paso en la vida. En el fondo sabía que no lo volvería a ver y eso dolió más.