LuzBell

8. Despertar

Algo que me gusta mucho del campo, es lo tranquilas que son las mañanas. Es tan placentero el escuchar como el bosque comienza el día, el ruido de las aves que le da la bienvenida al sol, el fluir del rio impotente, las risas de los niños que se dirigen al colegio (a pesar de que no soporto a los niños, es agradable oír sus risas a la distancia). Desde que Sofía de mudo a mi casa, tiene la costumbre de escabullirse en medio de la noche a mi habitación. Este día no fue la excepción, se encuentra justo abrasándome, trae un pijama de color rosa que contrasta con su piel blanca; cuando duerme, su respiración es lenta y le da un toque muy tierno. Al principio si me molesto mucho sus acciones debido a que no estaba acostumbrada a dormir con alguien, pero con el paso del tiempo me fui acostumbrando; es más ahora creo que en verdad me gusta sentir el calor de su cuerpo. Mientras yo me encontraba pensando en esto, Sofía levanto su rostro aun adormitado.

-Buenosh diash, amor- dijo aun adormitada

No le preste mucha atención, aun me encontraba admirando lo bello del día. Muchas veces me he preguntado qué es lo que me depara los días nuevos, son como lienzos en blanco preparados para hacer de ellos una obra de arte. Sofia hizo un puchero ante mi negativa de hablarle, así que abraso mi cuello mientras estaba acostada, podía sentir su aliento cálido chocando contra mi pecho.

Trate de levantarme de la cama, pero ella me detuvo; "Si te quieres levantar, algo me tienes que dar", dijo Sofía haciendo una mueca picara.

-Como hoy amanecí de buen humor, hoy te concederé el honor de vestirme-le dije fríamente, pude notar como sus ojos comenzaron a brillar, creo que esto le agrado, ya que de inmediato salto de mi cama hacia un gran ropero que se encontraba frente a ella. Comenzó a sacar y sacar ropa, por momentos podía oír frases como "Esto en verdad se te vería lindo", "Solo tienes ropa negra", "Hoy te vestiré con mi ropa".

Al oír estas palabras tuve un mal presentimiento....