11. Favor

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Aun no se para que  Hazel me pidió que lo acompañara a Londres. Desde que salimos de la cas he notado en sus ojos una mirada perdida. NO me ha querido decir a donde vamos, solo me ha dicho que quiere pedirme un favor. Mientras nos dirigimos a la parada de autobuses el saco de su bolsillo su celular, al parecer estaba buscando una fotografía, pues después de unos segundos me dio el teléfono diciendo:

“Las personas en la fotografía somos yo y una chica de nombre Polina Strovski. Es de nacionalidad Rusa. Tiene veinticinco años cumplidos; aunque quiera convencerte de lo contrario. Trabaje con ella en una agencia dedicada a la “investigación” hace un par de años; pero un pequeño desacuerdo de métodos hizo que esta agencia que me contrato, me deportaran y me prohibieran la entrada a la Madre Rusia de cualquier forma legal” me dijo con un tono un poco rudo apuntando al celular.

Observe la fotografía por varios segundos mientras esperábamos al autobús. La fotografía había sido tomada en un bar, había dos personas. Pude reconocer a Hazel fácilmente. El  estaba sonriendo con una cerveza en su mano izquierda, mientras que con la derecha se encontraba abrazando a una mujer rubia de ojos azules. La chica se encontraba también sosteniendo una cerveza entre sus manos. Es muy bonita y además tiene una bella sonrisa.

El autobús se acercaba cada vez más hacia donde estábamos nosotros esperando. Se detuvo silenciosamente y aprovechamos la oportunidad para subir a él. No había muchas personas dentro y los asientos del fondo estaban desocupados. Pensé que sería buena idea que nos sentáramos hay, así nadie escucharía nuestra platica. Le señale los asientos a Hazel, rápidamente entendió lo que le quería decir. LE pagamos al conductor y nos sentamos al fondo. Mientras le entregaba su teléfono le pregunte:

-¿Esa chica tiene que ver algo con el favor del que hablaste en la mañana? –

-Si-Contesto guardando el celular en su bolsillo-Esta mañana al levantarme recibí un correo de ella diciendo que quería verme, lo cual me pareció extraño. No la he visto en más de cuatro años y ahora solo aparece diciendo que quiere verme. Hay algo que no me cuadra-Termino Hazel su reflexión. En ese momento su rostro se puso muy serio, creo que esta chica en verdad lo debió de haber preocupado mucho.

-También quiero que me sirvas de refuerzo. NO creo que sea nada malo, pero no me vendría mal el tener alguien que me apoye en caso de que las cosas se pongan feas- Agrego mientras sonreía

-Bueno, pero como castigo te encargaras de sacar a Sofia de mi habitación. ¿Entendido?-le dije

-De que te quejas, si hoy te vistió de una forma muy linda- dijo mientras me mostraba una fotografía mía de esta mañana.

-¿Cómo es que tienes más de estas endemoniadas fotos?- De dije bastante molesta

-Sabes Beth, existe algo muy bueno llamado “Copias de Seguridad”. Cada vez que hago algo con cualquiera de mis dispositivos electrónicos, este envía una copia de seguridad a un servidor externo. ME pregunto si puedo vender estas fotografías tuyas a algún sitio en internet. Creo que en “lolitastiernas.com” tus fotos serian muy bien apreciadas- dijo mientras se reía de mi foto.

-Quiero que pienses bien lo que haces, chico. Si utilizas alguna de esas fotografías en mi contra o las llegas a publicar en algún lado, créeme que ni tu muerte será suficiente para que me pagues- Le dije mientras en mi rostro se formaba una cara muy sádica y una flama se formaba en mis manos

-No eres para nada divertida-dijo con una mueca de terror en su rostro- Yo solo estaba jugando-agrego

El autobús que tomamos nos dejo en pleno centro de Londres. Al preguntarle a Hazel sobre el lugar de la reunión, el me contesto: “Ella me cito en un café que se encuentra a dos cuadras de aquí”. Comenzamos a caminar hacia la cafetería, como aun tenia las ropas que Sofia me había puesto esta mañana, varias personas se me quedaron viendo por la calle mientras decían cosas como: “Mírala”, “Que hermosa chica”, “¿Sera una modelo?”. Hazel se dio cuenta de eso de nuevo comenzó a reírse. Yo estaba bastante nerviosa por los cometarios de estas personas, nunca en mi vida me había puesto ropas de otro color que no fuera negro, así que todas esas afirmaciones eran bastante extrañas. Cuando por fin Hazel termino de burlarse se acerco a mí y me dijo: “Ves como si eres Linda, Beth”, a lo que fríamente respondí: “Muérete”.

Tras caminar por un rato, llegamos  a la cafetería. El lugar era grande, pero lo más llamativo de esa cafetería es que tiene un jardín en la parte trasera del local. Buscamos a la chica en el local y al no encontrarla, nos dirigimos al jardín. Si que era bastante popular ese jardín, pues para ser la una de la tarde, el lugar estaba lleno. Tras caminar un poco, una mujer alta de pelo rubio y gafas de sol, se levanto de su mesa y comenzó a llamarnos.

“Hazel, por aquí”, dijo mientras levantaba su mano y hacia una seña de que nos acercamos, Hazel se dio cuenta y me pidió que nos acercáramos hacia donde estaba la mujer de las gafas. Cuando llegamos a su mesa, la mujer rápidamente se levanto de su asiento, se aproximo a Hazel y le dio un abraso muy fuerte. Creo que esto incomodo un poco a Hazel.

Esta chica no me cae bien, algo trae entre manos…

LuzBellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora