9. Reinicio

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Esta mañana me he despertado de un humor de perros. Yo- Hazel- me he despertado en medio de la noche para reprogramar uno de mis subordinados, no es una de las cosas que más me guste pero en verdad que quiero ayudar a esta chica Beth. A lado de mi cama esta uno de mis subordinados, el me saluda amablemente, ya tiene toda mi ropa preparada. Me gusta estar bien vestido, la ventaja de ser un hacker es que puedo tener lo que yo quiera. Para hoy mi androide me ha seleccionado un par de jeans cafés y una playera con un estampado de dibujo animado de los años cincuenta. Como era mi costumbre me conecte al internet para ver como se encontraban mis negocios. Aprendí que para pasar desapercibido hay que tener negocios legales, o al menos aparentarlos me sorprendió mucho que las acciones han bajado un poco; pero nada que un poco de especulación no pueda solucionar. A continuación revise mis redes sociales, tenía varios mensajes en mi CumApp; la mayoría de chicos que querían un "favor" así que no les preste atención, al abrir mi Cockbook tenía (como de costumbre) muchas solicitudes de adicción. También revise mis Gaggles, hoy tenia cuatrocientos nuevos Adictos, eso hizo que me brotara una sonrisilla.

Me encanta que poco a poco los seres humanos están siendo arrastrados a la dominación tecnológica, la dependencia que ellos tienen a lo tecnológico es algo digno de observar. Mientras me encontraba revisando mi correo electrónico, uno en particular llamo mucho mi atención, era de una chica con la que había trabajado hace un par de años en el medio oriente; ella me había rastreado hasta Inglaterra y quería que nos viéramos. En un principio pensé que era alguna clase de trampa, así que accedí a un satélite americano dedicado al espionaje, muchas personas se sorprenderían de la cantidad de estos satélites americanos en el espacio.

No me costó mucho trabajo, la encontré en un hotel entre las calles Hyde Park y Park Lane, ella ni se ha tomado la libertad de cambiar su nombre de registro, a pesar de que en los servicios Rusos donde ella trabajaba era una especie de regla de oro cambiar su nombre como si se cambiaran las bragas. Accedí a las cámaras del hotel, ella se encontraba en la habitación 472, en ese momento se encontraba cambiándose. No soy ninguna clase de pervertido, pero siempre me ha causado admiración el cuerpo femenino. Creo que se dio cuenta de mi presencia ya que al momento saco de su pantalón una pistola con silenciador y disparo hacia la cámara, inmediatamente cambie de cámara, pude ver una risa en su rostro mientras se terminaba de poner una blusa muy bonita color salmón.

"Te has tardado en encontrarme, Hazel……..

LuzBellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora