¿Alfa?¿Omega?

Οκτώ

Hugo desde principio de curso tenía muy claro que no quería ir a su graduación, le parecía una tontería. Hizo lo contrario a lo que pensaba solo porque creía necesario estar presente en un momento que sabía que sí era especial para Amber. Es por eso, que cuando fue, por decirlo de alguna manera, rechazado sintió como le dolía aun más el pecho y también recordaba todas las veces que la rabia se apoderaba de él cuando su mejor amigo le impedía estar cerca de ella.

De hecho después del acto junto a sus compañeros, pudo relajarse y le pidió a Nando quedar para hablar muy seriamente y de paso, comer para "celebrar" que todos ellos se habían graduado.

-Hey Hugo, me tienes preocupado, pocas veces me dices de hablar sobre algo serio.

-De repente me gusta alguien y tu me alejas siempre. ¿Tienes explicación a eso que no sea que me odias o tienes celos?

-Relaja, relaja. Si lo hago es porque también soy amigo de Amber y la verdad es que la incomodas demasiado. Obvio no te odio, es solo que si realmente quieres esforzarte, no seas un bruto porque la alejas tu mismo.

Eso fue como si le tiraran un balde de agua fría, no se esperaba esa respuesta. Para él Amber solo se hacía la difícil porque era muy nuevo todo lo de tener un lobo interior.

-¿Entonces no se hace la difícil?

-Claro que no, creo que deberías primero conocerla antes de suponer cosas. ¿Pero en serio te gusta?

-Sí, demasiado. Es preciosa, inteligente y no he tenido la oportunidad al completo pero todos hablan bien de ella como persona.

-Y después dices que se hace la difícil.

-Cierto, nada que ver.

Y estuvieron bastante rato hablando mientras consumían lo que les ofrecía el buffet libre. Cuando salieron, Nando miró el móvil con una expresión alegre en la cara cambiando a medio seria en un segundo.

-Oye Hugo, que Irene me recuerda que habíamos quedado. Dejamos para mañana lo de básquet.

-Tranqui, bro.

Hugo decidió acompañar a Nando, le iba de camino pero contra mas iban caminando, más le dolía la zona del pecho. Y entendió ese dolor cuando llegaron al lugar donde estaba la pareja de su amigo, estaba al lado su predestinada, su linda Amber. Estaba muy contento de verla, el haberla encontrado en tan poco tiempo sabiendo que él mismo era alfa le parecía magnífico. En esta era, era casi imposible encontrar a un omega o alfa que fuera compatible con otro y mucho menos predestinado. Aun así, sabe perfectamente que con o sin lobos interiores Amber le gusta mucho.

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