Escucho la respiración irregular de Justin, cual cosa me hace pensar que quizá no está bien. No lo sé, pero espero que no esté perdiendo tanta sangre como parece. Lleva más de cinco minutos sangrando y no hace nada. Solo se pone la mano contra la nariz, haciendo que la sangre le gotee por los dedos.
-Justin, yo...
-No quiero oír tus explicaciones. Tyler ya te ha dicho que vamos a estar aquí diez horas, así que las quiero pasar tranquilo.
-Escúchame...
-No quiero escucharte, ya te lo he dicho – me dice tranquilo, levantando la mirada, encontrándola con la mía.
- ¡Que me escuches! – chillo. Justin no contesta, así que decido seguir, pero en un tono más tranquilo -: Llevas demasiado tiempo sangrando. No es bueno. Recuerdo como hacer parar a la sangre de la nariz. Siempre guardo esta planta en el bolsillo. Recuerdo haberla traido porque pensé que quizá nos pasaba algo... Se llama...eh... no recuerdo como se llama, pero es para la hemorragia. Toma – le dije, extendiendo mi mano. Justin ha estado mirándome todo el rato, y yo me he ido acercando cada vez más a él. No estamos tan cerca como cuando le he pegado, pero estamos bastante cerca, así que puedo sentir el aire caliente que sale de su boca al respirar. Sigue siendo irregular. Se ha manchado la camiseta a más no poder, así que, en vez de ser blanca, es roja.
- ¿Cómo se supone que me tengo que tomar esto? – dice. ¡Ah! Ahí está el Justin que conozco. Sigo teniendo la planta en la mano. Mi mano sigue sostenida en el aire.
-Cómetela – le digo, firmemente. Me mira raro, extrañado. Acerca su mano a la mía para coger la planta y de repente sus dedos tocan mi mano. Dura poco, porque parece que Justin se da cuenta de que me he estremecido al notar su tacto y aparta sus dedos.
-De acuerdo – lo miro, pero parece no actuar –. ¿Te importaría no estar mirándome fijamente mientras como? Me pone nervioso – aparto mi mirada de él y de sus ojos verdes y la bajo.
Se come la planta y finaliza diciendo 'ya he acabado'. Cuando lo hace, me mira con sus profundos ojos verdes que tanto me llaman la atención.
Sigo con su juego y no dejo de mirarlo, aunque en realidad sé que en algún momento alguien apartará la mirada porque esto se está volviendo un poco incómodo, pero no voy a perder. Seguiré su juego y él acabará perdiendo.
Parece no rendirse y yo tampoco lo hago, así que seguimos. Cuando oigo un ruido, aparto la mirada. Pero resulta que el ruido lo ha hecho él, así que me enfado tontamente porque considero que ha hecho trampas. Cuando vuelvo a mirarlo, veo que me está sonriendo de oreja a oreja, como si estuviera celebrando su injusta victoria.
Ruedo los ojos y me dirijo al pequeño asiento que hay en la sala. Todo este tiempo Justin ha estado sentado en el suelo, así que me tomo la libertad de sentarme en el asiento, ya que creo que no tiene mucha intención en hacerlo.
Al sentarme, veo que Justin se quita la camiseta y deja sus músculos a la vista. Me quedo mirándolos, hasta que Justin parece darse cuenta, y aparto la vista, cosa que él responde con una sonrisa. Pero no es una sonrisa sincera, sino una sonrisa que parecía que hubiéramos estado jugando y él ha ganado el juego.
No lo miro en un rato, ya que estoy concentrada en mis pensamientos, así que tampoco me fijo en él.
No me doy cuenta de que se ha dormido hasta que oigo su irregular respiración. No ha parado desde que hemos entrado en la habitación, pero ahora se ha acelerado. Lo ignoro durante unos cinco minutos, pero luego parece que no puedo resistirme porque me acerco a él y veo que la expresión que tiene en la cara no es muy bonita. Parece asustado y lo único que se me ocurre en ese momento es despertarle. Le toco la espalada con mis dedos y no se percata de nada. Cuando recorro las líneas de sus músculos, se mueve. Después, decido parar de hacerlo.
-Fue bonito mientras duró – me dice Justin riendo, en cuanto paro.
No se ha girado, así que sigue boca abajo. No puede ver mi expresión, así que lo agradezco internamente.
Cuando decide girarse, mi cara ha cambiado. Estoy mucho más tranquila cuando Justin me mira sonriendo. Esta vez es una sonrisa sincera.
-Cuéntame algo de ti.
-No sé – si espera que le cuente algo, no lo voy a hacer. No lo conozco de nada.
- ¡Vamos! Alguna cosa. Sé que quizás no recuerdes mucho del pasado, porque yo tampoco lo hago, pero creo que si piensas y realmente quieres saber las cosas que han pasado en el pasado, las recordarás.
-Si lo hiciera... Tampoco te conozco de nada...
-Escúchame – me pide –. Esa es la cuestión. Quiero conocerte. Por lo menos saber algo más que no sea que te llamas Lydia, que tienes el pelo oscuro y los ojos casi grises. Eso no me sirve. Quiero, necesito, que me cuentes algo. Si vamos a convivir, necesito saber las cosas que te molestan, las cosas que te gustan, las cosas que te atraen.
-Lo siento – es lo único que me sale de la boca.
- ¿Qué? – me responde.
-Siento haberte pegado un puñetazo – se acerca un poco a mí –. Quizá no tendría que haberte pegado tan fuerte...
-No ha sido tan fuerte – me contesta.
-Sí, lo ha sido. Y no debería haberlo hecho.
-No te preocupes. Ha sido... ha sido mi culpa. Realmente me lo merecía. No digas nada más, sinó me cabrearé realmente contigo, te lo prometo. He sido un imbécil contigo. Me suele pasar. Es decir, recuerdo que alguien siempre me decía que no serviría para nada, que no sería bueno para nadie. Recuerdo que esa persona me hizo daño. No sé si fue físico o psicológico, pero sé que me hizo daño, y no me gustaría que alguien me lo volviera a hacer. Tú no me lo has hecho – rectifica, al ver que abro mi boca para hablar, preocupada –. Necesitaba que me hicieras ver que realmente valgo para algo, aunque sea para molestar. Quizá me comporte como un idiota, porque quizá sea un idiota. Soy un idiota.
-Justin, yo...
-No digas nada. No quiero tener que escuchar que realmente no soy un idiota, que no soy imbécil, que realmente soy buena persona. Porque eso solo me haría sentir peor, así que no lo necesito – me interrumpe.
-De acuerdo.
No digo nada hasta que Tyler viene a buscarnos y nos pregunta si ya hemos solucionado nuestros problemas.
Cuando ve que tenemos la intención de responderle, levanta su segundo dedo y hace algo que nos hace callarnos – pone su dedo encima de sus labios.
Una vez acompañamos a Tyler al descampado, vemos que todos nos están mirando. No sé si esperan que les digamos algo, aunque no tengo intención de hacerlo. No necesitan explicación. Simplemente son unos cotillas. Porque parece que estén muy interesados en saber lo que ha pasado y lo que Justin y yo hemos hablado.
*NOTA DE LA AUTORA*
¡Holaaa!
¡He vueltoo! Y sé que este capítulo es más corto que los demás, pero es que sino no me da la vida para escribir en borradores...
Así que sí, este capítulo está centrado solo en Justin y Lydia. [Los shippeo muchísimo, ¿y vosotrxs?]
Realmente la relación de amor si es que se le puede llamar así) - odio que tienen estos señores me parece genial, aunque [ALERTA SPOILER]: en algún momento quizá es tóxica...
Bueno, he pensado que una buena manera de interactuar con mis lectorxs es hacer preguntas. Que vosotrxs me hagáis preguntas o que yo os haga preguntas... You choose.
Espero que os haya gustado el capítulo, de verdad.
En fin...
Me estoy enrollando mucho....
Así que...
Byeeee,
X
ESTÁS LEYENDO
Cerebros Desconocidos
Science Fiction"Aunque no todo dura para siempre. *1 año antes* Me encuentro en un espacio supuestamente cerrado. Paredes, sofás, ni una ventana, dos puertas automáticas, y todo es blanco. Supongo que aquí dentro somos unas veinte personas, las cuales estamos sent...