En cuanto te vi sentada en ese banco supe qué consideraba belleza.
La belleza es cuando las cosas están bien. Tal y como deberían ser sin ni si quiera intentarlo.
Estabas sentada con las piernas entrelazadas y la cabeza enterrada en algún tipo de libro. Novela, cómic o libreta. No tenía ni idea.
Tu pelo caía por tu espalda formando suaves ondas sobre tus hombros y tu rostro, abstrayéndote del mundo exterior.
“Haced una foto de lo más bello que encontréis”
Y entonces me di cuenta. Tenía que hacerte una foto.
Me senté en la hierba durante unos cinco minutos, intentando reunir el coraje suficiente para pedírtelo.
¿Pensarías que soy un acosador?
Tus movimientos me sacaron de mis pensamientos y me di cuenta de que estabas recogiendo, preparándote para marcharte.
No podía dejar que eso ocurriera. No sin una foto.
Corrí hasta dónde estabas y te toqué el hombro.
Me miraste y tus grandes ojos marrones me invitaban a hablar contigo.
Me aclaré la garganta y me preparé mentalmente para el rechazo.
-Sé que sonará muy raro, pero ¿podría hacerte una foto?
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Ojalá me ocurra a mi pero no bc soy un moco :c