Niños

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Estarossa se tallaba con fuerza la frente con un trapo húmedo, se veía entre molesto y avergonzado. Se encontraba sentado en el sillón pequeño de la sala, Zeldris y Meliodas en el mediano, sonriendole con burla, y las chicas en grande, mirando con curiosidad las actitudes de los tres chicos.

- ¿No entiendo qué es lo gracioso aquí? - Preguntó Elizabeth, pues lo que le habían puesto en la frente no era exactamente malo, incluso sonaba algo lindo.

Meliodas, riendo, iba a hablar para contar la historia pero Estarossa lo fulminó con la mirada y éste se calló al instante. A Zeldris le daba igual las ganas de Estarossa de matarlos, después de todo él lidiaba con una bestia peor que sus dos hermanos, su padre.

- Es algo muy complicado, pero en resumidas cuentas. Estarossa actuó en una obra de teatro como un ángel. - Dijo Zeldris con una pequeña sonrisa ante la mirada avergonzada de su hermano mayor. - Tenía como unos 5 años cuando pasó, realmente no sé cómo se llegó a esa parte pero jamás la olvidaré.

Gelda y Elizabeth se miraron algo confundidas ante esa declaración. Estarossa se quería morir, Meliodas reír y Zeldris descansar. El rubio decidió continuar con la historia resumida. - Él le toco representar un ángel, por lo que estaba vestido solo con una especie de pañal junto a un par de alas y una areola. Hubo una parte de la obra, creo que era el final, que todos los participantes se pusieron en fila y agradecieron a la multitud.

- Justo cuando estaban haciendo una pequeña reverencia... - Estarossa se ocultó de las miradas de las chicas y, en especial, de sus hermanos. Zeldris sonrió recordando las caras de cada miembro de su familia. - A Estarossa se le cayó su pañal, quedando desnudo solo con un par de alas y areola frente a todos los padres de familia y algunos niños de la escuela.

Meliodas comenzó a reír al recordar la cara de Estarossa y cómo se había cubierto la parte baja con las manos para salir corriendo del escenario. - Salió corriendo del escenario como pudo... Jamás olvidaré esa escena.

- Ok, eso quedó en el pasado. - Habló Estarossa algo apresurado para cambiar de tema. Todo el mundo guardó silencio al parecer había funcionado, o eso creía él.

- Cusack grabó cada parte de la obra... De hecho tengo una copia. - Soltó Zeldris serio pero con una pequeña sonrisa.

- ¡Espera! ¡¿Qué?! - Exclamó Estarossa asustado por dicha declaración. Apenas se había dado cuenta de esa información, tenía suerte de que Zeldris no fuera muy comunicativo como para divulgar ese video.

- Meliodas también tiene una copia. - Zeldris señaló con simpleza al rubio, éste sonrió con malicia mientras hacía una seña de paz.

- Así es y la tengo bien conservada. - Estarossa quería salir corriendo de aquí pero si lo hacía, moriría por la descarga eléctrica.

- Bien. Creo que ya es suficiente. - Comentó Estarossa serio, o al menos eso intentaba, pero al ver a Elizabeth y Gelda sonreír de manera forzada, supo que ellas se estaban divirtiendo de su desgracia. - ¡Ay, por favor! Era un niño... - Exclamó un poco molesto y luego sonrió con malicia. - Bueno, al menos yo sí represento mi edad...

Meliodas y Zeldris mostraron un rostro serio ante las palabras del chico de cabellos plateados. Estarossa sabía que se estaba metiendo en un terreno peligroso. Elizabeth sabía que a su novio no le molestaba su estatura por eso no entendía su actitud.

- Al menos yo tengo una hermosa novia. - Soltó Meliodas con superioridad, provocando molestia en Estarossa. - Y dos mascotas.

- Por lo menos yo no maté a un hámster. - Alzó Estarossa un poco la voz mientras se levantaba del sillón, al igual que Meliodas.

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