Capítulo 1. [PT1]

964 79 39
                                    

Jungkook había estado en aproximadamente tres citas verdaderamente terribles en su vida. La primera fue en la escuela secundaria, era su primer cita con un chico después de darse cuenta de que le atraían los de su mismo sexo. Desafortunadamente, este chico fue probablemente la peor primera cita para un niño que acababa de tener un Despertar Bisexual, porque decidió decirle a Jungkook después de la cena que en realidad no le gustaban los chicos y solo quería una comida gratis. Jungkook, de diecisiete años, solo había pestañeado mientras lo dejaba con la cuenta y echaba a correr. (No solo eso, sino que luego tuvo que sentarse detrás de él en sus clases durante el resto del año. Incluso una vez, tuvo el descaro de pedirle a Jungkook que le prestara un lápiz).

La segunda cita fue en su primer año de universidad, con un chico tan atractivo que la boca de Jungkook se secó cada vez que estaba cerca de él. Desafortunadamente, también estaba estudiando para ser un forense y durante un momento en su paseo por el parque más cercano, justo cuando pasaban por una fuente, le preguntó a Jungkook si estaría dispuesto a costarse en un baño frío y estar muy quieto durante el sexo. Jungkook echó un vistazo al chico y corrió en dirección opuesta, casi tropezando con sus propios pies en su prisa por alejarse.

La tercera cita fue con una chica justo un mes después de la última terrible cita, aunque el mal aspecto de esa cita fue totalmente culpa de Jungkook. Fue en esa salida cuando se dio cuenta de que se sentía mucho más atraído por el camarero del restaurante de buen culo y labios regordetes, que la pobre muchacha sentada frente a él. La cita en sí terminó con una excusa educada de la chica después de que él tiró su vaso de agua por tercera vez mientras comía con los ojos al camarero, y nunca se había sentido más avergonzado en su vida. (Su vergüenza se evaporó bastante rápido una vez que el camarero lo llevó detrás del restaurante y lo besó hasta que sus labios se adormecieron, pero esa era una historia completamente diferente).

Había tenido tres citas realmente terribles en su vida, pero ninguna de ellas se acercó a la causante de estar caminando de vuelta a casa después de haber escapado por la ventana del baño de un elegante restaurante italiano.

Fue la novena en una serie de citas a ciegas en las que Taehyung lo convenció para intentar que "volviera al juego," después de su horrible ruptura a principios de ese año. Las ocho últimas citas habían sido con personas un poco extrañas y que eran lo suficientemente amables, pero este chico. Este noveno tipo, que Taehyung había jurado que Jungkook amaría y que serían perfectos el uno para el otro, hizo que Jungkook escapara al baño, saliera por la maldita ventana y en el proceso haber hecho un agujero en sus mejores pantalones. Jungkook pensó que nunca encontraría a una persona peor que el morfista de necrófila hasta hoy.

La cita comenzó bastante normal. El chico estaba perfectamente en forma, con brazos que le hacían agua la boca y una cara esculpida que pertenecía a un modelo. Tenía una voz agradable y se ofreció a llevar a Jungkook a un restaurante italiano muy cómodo a unas pocas millas del campus. Hasta ese entonces todo iba bien.

Eso duró unos cinco segundos.

Sabía que algo estaba sucediendo en el momento en que su cita ignoró los vasos de agua en su mesa y en vez de ello, sacó una botella grande y transparente con lo que parecían ser pepinillos flotando en su interior.

"No vas a beber el agua de aquí, ¿verdad?" le preguntó a Jungkook, tomando un trago de su botella de pepinillos.

"Así es" dijo Jungkook lentamente, sus ojos fijos en el pepinillo flotando alrededor, ligeramente distorsionado por el vidrio y haciendo que el agua pareciera verde oxidado. "¿Hay algo malo con el agua aquí?"

°°Once Upon a Timeshare°° ||Traducción||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora