Cap. 8: Tortura

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Una puerta era lo único que había en aquel pasadizo oculto. Cuando la abrímos nos quedamos sin palabras, incluso nos entraron ganas de salir de allí ya que dentro se podía divisar una sala con paredes de hierro pulido repleta por paredes y suelo de sangre, restos de partes de humanas y algunos objetos aleatorios en el suelo tales como un reloj de pared, una percha, una bolsa de plástico gigante, un clavo y un vaso con un leve resto de agua con colorante amarillo.
No podíamos decir nada de la enorme sorpresa, tal vez Dhae tenía algún plan distinto al planteado de convivencia o algo por el estilo, pero por ese momento, simplemente salimos los dos de la sala sin decir nada.

Desde ese momento todo comenzó a cambiar drásticamente, dejando de ver a sus compañeros y con un tono rojo permanente en sus ojos dificultando su vista. Lauren y yo estábamos en un problema, no parábamos de ver cosas yendo hacia ellos. Suponíamos que serían alucinaciones por el tono rojizo de sus ojos, pero eran tan reales como la vida misma.
Uno de ellos le hizo un arañazo a Lauren en el brazo izquierdo, dejando fluir un largo río de sangre que llego al suelo. Teníamos que curarle, pero la equipación médica no estaba en su sitio, cada segundo era oro para ella y no podíamos dejar que todo acabará así. Me arranqué mi manga de la camiseta a modo de venda y se la rodeé en el brazo a modo temporal. Necesitábamos ayuda y no había nadie y, por si no fuera poco, esos entes extraños seguían viniendo a atacarnos. Los esquivavamos como podíamos mientras buscábamos a alguien o al mismo equipo médico. Estaba perdiendo mucha sangre y no paraba de soltar gritos de dolor.

-Unai, me voy a desmayar- dijo desesperada

-No, aguanta, solo un poco más...- intenté consolarle

Justo en ese momento vi algo, y no era un ente, era alguien...

Die or DieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora