Sentimiento de Culpa.

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San Miguel de Tucumán, Tucumán, Argentina. Martes 16 de Octubre del 2018.

Encrucijada.

Capítulo 1: Sentimiento de culpa. 

by Sioa Shun Uchiha-san.

Estaban divirtiéndose, él día anterior había sido una fecha muy importante para él y su hermano. El día de la reunificación alemana. Para todos esa sabido que en esa fecha, en su casa no se aceptaban visitas, él, con toda su asombricidad, dedicaba ese día para pasear con su hermano por todo Berlin, iban a la puerta de Bradenburgo para hundirse en sus recuerdos y terminaban el día en el Ocktoberfest en Münich, bebiendo hasta que alguno de los dos no pudiera pararse. Sin embargo al día siguiente siempre se reunían con sus pocos allegados para celebrarlo a su manera.

Esta vez, se habían juntado en casa de Austria para tal evento, algo raro teniendo en cuenta lo antisocial y tacaño que podía ser el austriaco ante ese tipo de situaciones. Pero ahí estaban, España reía mientras Romano le arrojaba almohadas al grito de "¡Bastardo!" ya que a Antonio se le había ocurrido la brillante idea de besarlo frente a todos y al mayor de los hermanos Italia no solían gustarle las muestras de cariño publicas. Francis reía mientras bebía y charlaba de forma relajada con Ludwig mientras Italia del norte bebía una taza de té caliente en compañía de Hungría, a quien quería como a una hermana mayor. Él por su parte estaba un poco apartado, algo muy extraño para su escandalosa personalidad pero es que desde hacía meses que algo no dejaba sus pensamientos.

-Ve~ Ve~ ¿Germania, puedo quedarme esta noche en tu casa? - Preguntó Feliciano, llamando la atención de rubio que estaba en el sofá frente a él.

-¿No tienes trabajo que hacer, Italia?

-No, ya terminé todo ¿Puedo quedarme?

Dando un resoplido aparente resignado, Alemania finalmente asintió. -Si puedes hacerlo, no creo que a bruder le moleste tampoco.

-Kesesese~ ¿A mi? ¿Molestarme que Ita-chan duerma en casa? Por supuesto que yo ¿Quieres dormir con el asombroso yo Ita-chan?- Preguntó, finalmente uniéndose un poco a esa juerga que estaba ocurriendo frente a él.

El italiano río alegremente y negó con su cabeza. -Lo siento, Prussia, pero dormiré con Germania.

-¡DORMIRÁS EN EL CUARTO DE HUÉSPEDES!- Corrigió Ludwig con el ceño fruncido y alzando su imponente voz, asustando un poco al país castaño.

-¡Oye, West! No le grites así, hombre, que cruel.- Negó con su cabeza el alvino mientras soltaba risas divertidas. -Si West te hecha de su cuarto, sabes donde queda el mío Ita-chan, no es gusto que mi Bruder sea el único que tiene tu atención.- Protestó de forma infantil, escuchando las risas de Feliciano y los ensordecedores gritos de Romano, alegando algo de "macho patata" que le tenía sin mucho cuidado, haciendo que su hermano menor hiciera vanos esfuerzos por intentar calmarlo y defender a ambos germanos de la furia de Lovino.

Aun así esa fue su ultima participación, estaba ausente, bastante, y es que no podía apartar sus ojos de Feliciano. Las visitas de Italia del Norte en su casa eran frecuentes, muy frecuentes, a veces se quedaba días, a veces solo aparecía para improvisar un picnic o preparar pasta o pizza para la cena, llevaba años en esa situación, con ese italiano atolondrado y feliz como lombriz pululando al rededor de su hermano como abeja en busca de polen, él problema radicaba en que en algún punto y aun no podía definir cuanto sus expresiones, que antes eran solo es, como "Ita-chan, eres tan lindo" "Ita-chan, yo también quiero un abrazo", cosas que decía para hacer rabiar un poco a su hermano ahora eran cosas que realmente sentía.

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