Sinceridad ante todo.

153 16 16
                                    

San Miguel de Tucumán, Tucumán, Argentina. Martes 14 de mayo del 2019.

Encrucijada

Capítulo 4: Sinceridad ante todo.

By Sioa Shun Uchiha-san.

Se había quedado dormido, tal como esperaba había pasado de largo toda la tarde y por poco se había saltado la cena sin embargo Italia había ido amablemente a despertarlo para informarle dulcemente que la pasta ya estaba servida.

-Gracias, Ita-chan.- Dijo mientras se sentaba en la cama, frotando su rostro con ambas manos con la intención de despejar su semblante adormilado después de la larga siesta. No acostumbraba a tomarlas, seguramente en la noche tuviera algunos problemas para conciliar el sueño después de haber dormido casi todo el día, su cuerpo iba a reclamarle al día siguiente de seguro cuando en plena junta estuviera totalmente agotado.

El joven castaño por su parte no pudo más que sonreírle. -Esta bien, Prusia, Ve~ Seguro estabas cansado por el viaje.- Alegó con tono cantarín y expresión serena, recayendo entonces en el cuaderno que estaba sobre la mesa de luz y con suavidad lo tomó en sus manos, sin perder nunca su sonrisa. -¿Estas usandolo?

Todo rastro de cansancio se desvaneció al ver con semblante pálido como el chico tomaba el diario y controlando el impulso estiró su mano para quitarlo de forma delicada de entre las de la nación menor. -Si, te dije que al que usaba antes ya casi no le quedaban hojas asique ahora estoy usando este, además es el diario más awesome de toda mi colección.- Alegó soltando una risa que sonaba relajada, cosa que en realidad no era lo que sentía su dueño. Gilbert estaba de todo menos relajado, Italia no debía leer lo que estaba escrito allí.

-¿Por qué?- Preguntó curioso ladeando su rostro con expresión dudosa.

-Primero porque es mío, y todo lo que es mi es awesome, segundo porque me lo regalaste vos y tercero porque tiene un dibujo del awesome yo hecho por vos en la primera página.- Número, alzando sus dedos a medida que contaba las razones arrancando una alegre risa de los labios del hombre que le estaba causando insomnio sin saberlo.

-Ve~ Eso es genial, Prusia, me alegro que te gustara ¿Me dejarías leerlo?- Preguntó, tomando un poco desprevenido al germano, y al notar ese gesto incómodo en el rostro del albino, Italia comenzó a jugar con sus dedos algo nervioso. -Dijiste que me dejarías leer alguno de tus diarios si te mostraba mis dibujos y ese tiene un dibujo mío.- Se explicó rápidamente con nerviosismo.

Adorable, lo que veía frente a si era simplemente adorable y tragando saliva guardó el cuaderno dentro de su mochila. Era difícil decirle que no al chico e interiormente se preguntó en qué estaba pensando cuando le ofreció semejante trato al castaño antes de abrir su boca y negar suavemente con su cabeza. -No puedes leer este, Ita-chan pero la próxima vez que vengas a casa de visita te daré alguno de los otros que tengo para que lo leas ¿Te parece bien?

-Ve~ve~...- Murmuró asintiendo con su cabeza repetidas veces.

-Bien, Ita-chan, ahora vamos a cenar que la pasta se va a enfri---

-¡MACHO PATATAS ALBINO, ESTÚPIDO FRATELLO, BAJEN DE UNA MALDITA VEZ! - Antes de siquiera poder terminar de hablar el grito de Romano había llegado hasta ellos cortando totalmente el ambiente y el germano mayor no pudo evitar reír mientras se levantaba de la cama, alisando un poco las arrugadas prendas que vestía.

-¡Ya vamos, fratello!- Alegó el italiano menor asomando su cabeza por la puerta, hablando alto pero sin llegar a gritar como el oligofrénico de su hermano mayor.

Antes de que lo notaran ya estaban en el comedor, y con tranquilidad se sentó junto a Ludwig, mirando casi babeante el plato de comida hermosamente presentado frente a él. -¡Kesesese! ¡La pasta de Ita-chan es la mejor!- Afirmó mientras veía a los castaños sentarse frente a ellos, uno con gesto enfurruñado y el otro con su característica alegría.

Encrucijada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora