Las Nuevas Especies

CAPÍTULO I

Como siempre las calles están silenciosas por la escasez de humanos gracias a sus trabajos, sólo se oye la lluvia que choca contra el suelo junto a todas las pisadas de los jóvenes que se dirigen al colegio, todos llevamos el uniforme del establecimiento, todos somos humanos en este barrio pero de igual manera nos mantenemos callados con la cabeza baja, odio que tengamos que ser así, odio que les tengamos miedo, odio yo tener miedo, aveces me llego a odiar a mi misma por no hacer nada.

Al llegar, todos tratamos de entrar por la lluvia, pero nos apartamos de golpe porque ya llegaron las nuevas especies,o como ellos quieren que los llamemos " los señores", cada uno tiene nombre pero yo no los recuerdo, no les presto demasiada atención, no quiero saber ni la más mínima cosa de ellos, pero también se que es importante saber sus reglas.

Se escuchan los gritos de las chicas más ofrecidas, ellas si quieren estar al lado de esos seres porque tienen muchas cosas que nosotros los humanos no tenemos, ellas se creen mejores porque tuvieron sexo con esos monstruos, yo generalmente evitaría total contacto visual con esos monstruos, sinceramente yo les tengo miedo por lo que me contaron mis padres, ellos saben tratar de lo más horrible a sus parejas, las utilizan para procrear a sus "cachorros", tienes que estar atada a el por toda la eternidad, lo único bueno de ser su pareja sería que no te utilizan como fuente de alimente, que tomen de nosotras nos vuelve débiles a las humanas, y así nos perderían, son algo a lo que tengo miedo.

-Ya llego el señor Edward- los susurros de todos los estudiantes es inevitable escuchar.

- espero que logre que su amigo ya no nos haga daño-  dice otro cerca de mi.

- Espero que el señor Alex no quiera volver a jugar este año- ciertamente no recuerdo quien es Edward ni Alex, pero si se que uno es el peor en este colegio, es el que domina todo el establecimiento, ese siempre sabe causar daño todos los años, por suerte yo no me lo he cruzado.

Espero que esta vez no me toque un dormitorio muy lejos de los cursos, ni que me toque con las mismas chicas del año pasado, ellas eran hipócritas, se decían las mejores amigas pero al final con un sólo insultó se vuelven enemigas mortales, al principio querían que me una a ellas pero me negué y por suerte después de un mes dejaron de intentarlo, no somos amigas ni enemigas, sólo de vez en cuando nos decíamos hola sin rencores.

Después de que entrarán los señores, todos nos dirigimos a la cancha del gimnasio para que nos asignen las habitaciones, al llegar nos sentamos en las gradas para escuchar al director y todo su discurso de bienvenida.

-Buenos días nuestros señores, plantel estudiantil y al plantel docente, está vez seré breve, todos los estudiantes con el apellido de la Á a la G van en el sector A, en allí a esos estudiantes se les dará sus respectivas habitaciones, de la H a la P van en el sector B , y los de la Q a la Z van en el sector C, y como todos los años nuestros señores tendrán el sector D, espero disfruten su estadía en nuestro establecimiento, hoy tienen el día libre y mañana empiezan las clases, pueden ir marchando a sus respectivas habitaciones- todos los estudiantes nos levantamos de las gradas y nos dirigimos a nuestro sectores, por lo tanto yo me dirijo al sector B, agradezco tener por apellido Macckall.

Busco mi nombre en el tablero de habitaciones, y lo encuentro, está en el tercer piso, habitación 34, comparto sólo con una chica, por lo menos no habrá mucho ruido. Me encamino a las escaleras, al menos no está muy lejos, subo las escaleras para ir a acomodarme y dejar mi pesada mochila, mañana traerán mis demás cosas para instalarlas, por suerte hoy voy a dormir todo el día.

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Toc toc, la puerta del dormitorio suena, me levanto de mi preciada camita y me pongo una chompa porque estar solamente con blusa me puede causar un resfriado y por ahora no quiero eso, me dirijo a la puerta y la abro encontrándome con un chico, al parecer los señores ya tienen a un nuevo mensajero.

-Los señores dicen que todos los estudiantes estén en el patio- su mirada es neutra pero muestra una pizca de miedo, es normal que este así, seguro lo amenazaron, espero que no le hayan hecho daño, asiento.

-Estaré ahí- asiente, se gira y va para la siguiente habitación, le falta un gran recorrido. Entro nuevamente y veo el cuarto de mi compañera, por lo menos es una chica tranquila, al saludarnos sólo  lo hicimos con beso en la mejilla y nos fuimos a nuestros respectivos cuartos. Me dirijo a mi dormitorio para cambiarme, tengo que colocarme algo más calentito para este invierno de tortura, no quiero enfermarme mañana.

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Todos nos quedamos parados en fila para ver a nuestros señores, todos y cada uno de ellos se encuentran al frente, dándonos miradas de odio y altaneria, creyéndose superiores a nosotros, aunque en ciertamente lo son.

-Bueno queridos estudiantes, otro año más con la misma basura, hoy es diferente a los años anteriores ya que este es nuestro último año, tienen que estar listos para que sus señores puedan escojerlos, traten de dejar de lado su famosa "valentía", y tratennos con respeto y con la cabeza gacha, nunca le levanten la voz a un señor, y no se imaginen ser como o superiores a nosotros, recuerden, ustedes sólo son y siempre serán esclavos de sus señores- cada año es igual, cada discurso similar, pero este año va a ser el peor, todos los que estamos aquí tenemos que rezar porque un señor no nos escoja, aveces maldigo haber nacido mujer, sólo deseo que nadie me escoja y me dejen ser libre al finalizar el año, quiero volver con mi familia, quiero irme con mi hermanita muy lejos, no quiero que ella pase por todo está tortura, quiero que mi hermana tenga un futuro mejor y por esa razón a finales de año me la llevaré lejos, muy lejos de aquí, por suerte mis padres no se opondran, se que ellos quieren lo mejor para mi hermana, ella no tendrá que pasar por todo esto.

"No lo permitire"

Holaaaaaa, como van? , porque yo bien, aquí traigo el primer capítulo, espero les guste.

¡UN ABRAZO PSICOLÓGICO!

¡CHAO! ¡CHAO!