Capítulo: 20 Viaje A Corea.

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                  .Viaje A Corea.

Con un píe en Corea y ya estábamos saturados de trabajos, y sí, estábamos porque estoy ayudando a Admiel con los nuevos inversionistas Coreanos.  Obviamente. Esto de estar pendiente de una empresa no es nada fácil, pero tampoco es algo que Admiel y yo no podamos hacer.
—Sonríe victoriosa.
—¿A qué se debe el motivo de tal sonrisa, amor?
—Pues a que jamás quise dirigir la empresa de... Aaron. Tu padre. —Admiel termina tal palabra por mí.
—Exacto, y mírame aquí ayudándote a ti, y por lo que veo lo hago bien.
—Bueno, cariño pues has estudiado para esto y tienes la capacidad perfecta para desempeñar cualquier cosa que te propongas a hacer.
—Gracias mi vida, siempre tienes las palabras adecuadas.
—Para mi princesa lo que sea y cuando sea.
<<Dice con picardía.
—Amor. Mejor sigamos viendo los diseños que he creado para el lanzamiento del nuevo perfume.

<Y pensar que estudié publicidad por mi padre, aunque lo acepté porque incluía el diseño. —Ríe de lado.

—A ver.
—Le paso las carpetas con algunos diseños. Admiel los mira muy detenidamente pensativo.
—Amor me estoy debatiendo entre ese y esté otro. ¡Ven ayúdame, por favor!
—Cariño esos dos son esté el diseño que vendría siendo para la chica y ese otro el del chico fue que olvidé ponerle la definición.
—Ah jajaja, oh mi amor estoy como tipo un poco loco hoy.
—Siempre
—¿Qué? —entrecierra los ojos—que atrevida eres cariño.
—¡OMG! ¿Lo dije o lo pensé? O claro lo dije. Mierda.

—Cambiando de tema tenemos reunión en media hora cariño así que mejor ya vamos organizando todo esté desastre.

Había papeles por doquier de diseños, de lo que presentaríamos a nuestros compatriotas etcétera. Luego de poner cada hoja, carpeta y pluma en su lugar avisamos que ya era hora, el deber nos llamaba.

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Birgit y yo hacíamos un gran equipo en esto de ser empresarios, novios y amigos. Sin duda ambos nos ganamos la lotería o en el cielo nos amaban porque ni en mil años cambiaría ésta vida, nuestra vida. Ella les mostraba sus hermosísimos diseños y yo de vez en cuando les explicaba en qué nos habíamos inspirado mi novia y yo. Obviamente que sabían que somos parejas, ¿cómo no lo van a saber?, está demás recordarles quiénes somos y nadie invertiría en alguien que no conozco, primeramente lo investigarían o, ¿no? Y es por eso que sólo un píe en mi país natal y ya eramos trending topping aquí y bueno mundialmente, nuestros ingresos aumentaron como jamás imaginé. Una vez más la vida nos sonríe y nosotros a ella por ser tan generosa.

De seguro nos pasará factura después pero por ahora estamos felices y cansados porque a duras penas pegamos un ojo, y no, no hicimos eso que imagino que estarán pensando. Nos quedamos toda la noche y parte de la madrugada en el avión diseñando y creando estrategias empresariales así que por eso no dormimos mucho en dicho vuelo.

Ya quiero que acabe dicha junta para irme con mi nena a comer algo y dormir unas horitas porque me siento MO-LI-DO. Y como si fuera poco las horas pasan lentísimas pero un rayito de luz me llena de esperanza  cuando por fin los inversionistas se despiden muy afectuosamente y se marchan, y Birgit me mira feliz.

—Quedaron satisfechos, amor mío. Somos geniales. —Ella salta feliz para luego desplomarse en el mueble con expresión cansada.

<Les dije que estamos muertos, pero del puto cansancio.

—Ven cariño pediré que nos traigan algo de almorzar y luego nos vamos a reponer nuestros cansados cuerpos en una suave y acogedora cama.

Nos abrazamos, Bir recostó su cabeza en mis piernas luego que pedí dos raciones de sopa con camarones y arroz blanco. Se está durmiendo y creó que yo también porque casi no veo nada.

Ambos cayeron en el país del sueño con sus estómagos hambrientos.

Media Hora Después

Nos despertaron con nuestros pedidos alimenticios los cuales devoramos en un santiamén, era obvio con el hambre que cargábamos.  Ya con la suficiente energía seguimos trabajando ya se estaba haciendo tardecito así que le pedimos a nuestros ayudantes/asistentes que se marchasen a sus hogares Birgit y yo nos quedaríamos un poco más para adelantar algo.

A él o ella que diga que la vida del rico es guay en cierta forma sí, claro si nos vamos al ámbito monetario después todo lo demás en una falacia, no todos los ricos nos rascamos la panza mientras comemos unas donuts. Bueno tal vez algunos pero yo no.

—Cariño se te ve el cansancio será mejor que nos vayamos y ya mañana seguimos.

—Justo estaba por sugerirlo baby.
—Pues no se diga más amor, además me urge un baño para relajar los músculos.
—Querrás decir nos urge porque yo también estoy cansado nena.
—No quiero ni conducir mi vida, estoy mu-er-to.
—Para eso estoy yo mi amor. —dice depositando un beso.
—Ahora sí amor vámonos, ya quedó todo guardado.
—Nos espera un baño con agua bien fría.
—Y que lo digas hermosa.

Yo iba manejando el coche ya que Admiel está súper, pero súper exhausto. Obviamente yo también lo estaba pero no me moriré por manejar un auto, además descanse un poco al dormitar por ese ratito.

¿Me amaras a pesar de todo? +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora