Capítulo 25

14 4 2
                                    

Oficialmente se había acabado la semana, por fin era viernes, me dirigí al estacionamiento de la escuela junto con Dayana para despedir a Catalina, cuando de la nada veo caminando frente a mí a Alexander, estaba preguntándole algo a uno de nuestros compañeros y no solo eso, el me señalo a mí. Después de eso me hizo señas que no respondí y se dirigió hacia nosotras.

-¿Quién es ese?-

El imbécil del que te conté -mi vecino-

-¿Qué buen vecino tienes?-

En un tono sorprendido y enojado le hable fuerte -¡Dayana!-

Ella se encogió de hombros –mis vecinos no me buscan en la escuela-

-los míos tampoco- ¿creo?

Se acercó a nosotras y después se dirigió a mí -¡hola!... Espero que no te moleste pero me tomé la libertad de venir por ti- yo solo lo miraba incrédula, él estaba sonriente y despreocupado, yo no dije nada, después miró a mi lado -perdón soy Alexander- le extendió la mano a Dayana

Ella la tomó sin dudar ni un segundo, estaba segura de que le había gustado -no hay problema yo soy Dayana y soy amiga de Tamara- al terminar su oración esta me dio un codazo ligero, el cual me incomodo un poco.

El amplio su sonrisa -pase por Tamara pero tal vez podremos pasar a dejarte ¿no te importa o si Tamara?- me miró fijamente sin quitar su sonrisa

Le regrese la mirada, incluso más incrédula de lo que ya estaba y con el tono medio neutro le respondí –claro que no me importa pero...- me dirigí a Dayana -¿nos das un momento?- nos separamos un poco de Dayana -¡¿Qué estás haciendo aquí?!-

El me miro extrañado como si lo que le pregunte hubiera sido la cosa más extraña que pudo haber escuchado en su vida -pues... vine por ti, te dije que te buscaría...-

-¡¿y no pude ser después?! Me lo pediste ayer pensé que esperarías; además, me la paso en mi casa todo el día... pudiste buscarme ahí, y no aquí- mire hacia mi alrededor por si alguien nos miraba, afortunadamente no pero igual no quiero malentendidos.

Él alzó las manos -¡tranquila!- luego las coloco en sus bolsillos -sé que te pude buscar en tu casa pero le dije a mi madre que yo te buscaría y ella me sugirió que te buscara aquí... ¿sorpresa?-

Inhale y exhale –vaya que estoy sorprendida-

-tranquila te dije que después de esto ya no me volverías a ver ¿al menos que tú quieras? así que solo soportarme por hoy- cuando finalizó lo hizo con su típica sonrisa -¿recuerdas? Solo una vez-

-lo recuerdo perfectamente... Espérame un momento, mandare un mensaje de texto para que no me esperen- estaba escribiendo el mensaje de texto cuando de la nada, se acercó a mí.

-entonces vámonos... estas alargando nuestra cita-

mande el mensaje de texto y guarde mi teléfono -no es una cita-

-como quieras- se acercó más a mí, incluso me abrazó y me dijo en el oído -¿Podrías decirme qué es lo que hacemos?-

Me zafe de su agarre y me aleje de él –solo... mm... ¿salir como vecinos?-

Ella o YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora