Capítulo 29

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No podía creer que ya se hubiera acabado un semestre, Catalina había organizado una fiesta para celebrar que ya casi acabamos la carrera y que en esencia esas eran nuestras últimas vacaciones como estudiantes. Ella pensó que para hacer esta fiesta más interesante debías llevar un acompañante y se te daban puntos extras si no era de la escuela.

Por alguna extrañísima razón (noten el sarcasmo) ella me sugirió que invitara a Alexander, como últimamente no habíamos pasado tiempo juntos... Creyó que esa era buena idea, a lo que amablemente respondí que no. Solo necesitaba invitar a alguien, obviamente pensé en mis incondicionales amigas; ya saben esas que no te abandonan, pero Catalina ya había escogido a un chico que conoció hace unas semanas y Rebeca iba a ir con Dayana; así que si, estaba sola.

Pensaba seriamente en no ir, cuando por accidente choque con Sebastián, era uno de mis compañeros de clases; incluso compartimos las optativas, al principio Catalina solía molestarme porque decía que yo le gustaba; de hecho cuando empecé a salir con Alexander sus burlas pararon.

-¡perdón!-

Él sonrió sin abrir la boca –no te preocupes Tamara... ¿vas con la maestra Vence?-

Sonreí –pues sí; tenemos clases-

Él se rascó la nuca –es que... Vengo de ahí y ya no está; llego temprano y dejó un trabajo, será en parejas y bueno yo quería saber si tú... Si tú querías ser la mía... ¡Aprovechando que chocamos y vamos en el mismo grupo!- y se sonrojo al decir lo último. Por primera vez entendía por qué Catalina me molestaba tanto; creo que no estaba mintiendo

-pues- podía sentir como mis mejillas se empezaban a poner rojas ya que de pronto sentí el calor que las recorría –no veo por qué no- y sonreí al decirlo

Él me sonrió nerviosamente –entonces ¿te molesta si empezamos ahora que no tenemos clases?-

Sonreí... Al fin alguien que quiere trabajar. No estoy diciendo que mis compañeros no quieran trabajar, es solo que la mayoría lo hace con algo de pesar, pero Sebastián parece bastante emocionado –entonces vamos a la cafetería... Te invito algo de tomar-

-me parece bien- nos fuimos a la cafetería, y aunque era horario de clases parecía haber bastantes personas en ella, por lo que tardamos en pedir y aún más en recibir, tiempo que aprovechamos para nuestro tema:

"Diferencias en los costos de transporte aéreos en la importación de los productos básicos en México"

Estábamos sentados en una mesa del rincón de la cafeterías, no queríamos ser molestados y mucho menos causar molestias, estábamos muy concentrados cuando de pronto apareció Catalina –hola Tami- sonrió de oreja a oreja -¿entonces irás con Sebastián a la fiesta?- él la miró y luego paso su mirada a mí; después se limitó a leer el libro que había sacado de la biblioteca antes de que chocara con él. La mire sorprendida y algo molesta –Estamos trabajando- ella miró unos apuntes y mi laptop, aunque los miro con suma extrañeza solo se limitó a preguntar en un tono medio neutro –pero... son vacaciones ¿en que trabajas?-

Deje de escribir para poder mirarla y prestarle toda mi atención -la maestra Carmen Vence dejo un trabajo para vacaciones-

-me alegra no tener ninguna materia con ella-

Sonreí –pues de lo que te has perdido, es estricta pero es muy buena en lo que hace y hemos aprendido bastante-

-bueno... Los dejo con su tarea, Rebeca y yo ya no tenemos clases y se ofreció a llevarme a mi casa, vine por algo de tomar en lo que termina de recoger sus cosas-

-¡suerte con ello!... Tardaron como media hora en darnos un par de tés fríos-

Ella hizo una mueca –ya no importa, de todas formas espero verlos en mi fiesta, recuerden mañana a las 8 en mi casa- y se fue moviendo sus caderas, ella adoraba hacer eso.

Mire nuevamente a Sebastián –perdón, no quiero que te sientas incómodo... No sé ni por qué dijo eso-

El me miro algo cabizbajo –soy yo el que te pide perdón, no quiero que tengas problemas por mi culpa-

-¡problemas! ¿Por qué pasaría eso?-

-pues eres una niña con dinero como muchas aquí, y bueno yo solo estoy aquí gracias a una beca del 60%, es por eso que no siempre me invitan a fiestas como las que organiza Catalina-

-entonces... ¿es la primera vez que te invita?-

-¡no!... En realidad ella siempre me invita, ella es bastante amable conmigo, son otros chicos los que no, por eso no quiero que tengas problemas con eso... Creo que no fue buena idea que fuéramos pareja- empezó a guardar sus cosas

-¡espera! Si yo no tengo problemas con eso yo no veo por qué otros los deben de tener-

-¿entonces seguimos siendo pareja?-

-¡mejor! Ahora somos amigos- al terminar la frase le extendí mi mano

Sonrió ampliamente dejándome ver una dentadura perfecta –Sebastián Carrillo-

Le respondí de la misma manera -Tamara Carpente,y ya que además de ser mi amigo eres mi compañero de trabajo, te molestaría ira mi casa a terminarlo, verás saldré de vacaciones y no me gusta dejar nada para el último momento-    

Ella o YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora