Tengo miedo.
Mi sangre estaba helada, mi sudor era frío, mi respiración estaba exaltada y apenas con dificultad logre cerrar con seguro la habitación para ponerme a buscar como loca mi inhalador, hace años que no sufría un ataque de asma, mi cabeza comenzaba a doler dando vueltas como si recien me hubiera bajado de una montaña rusa, mi corazón latía con insistencia,inhale una vez, suspire, inhale otra vez y la calma comenzaba a llegar, deje el inhalador sobre la cama y lleve mi mano derecha al corazón era una sensación nueva ¡Casi pude ver mi vida pasar frente a mis ojos! Y claro que no me gusto nada lo que vi. No se que habría sido de mi si no llegaba a tiempo, la culpa me recriminaba una y otra vez que esto era un Karma por no ser buena con mamá, mis piernas aún estaban temblando como si las pobres también estuvieran asimilando, jamás en mi vida había corrido así y sin darme cuenta mire la caja blanca, ni siquiera note que la cargaba en cuanto salí corriendo, que asco.
No, esto no es Karma, esto es un puto chiste porque de otro modo no entiendo porque pasaría algo así, quien haría algo así.
Con esta cosa y la nota creo que es prueba suficiente para reportar una queja ante la policía porque definitivamente no planeo esperar algo peor, hoy ya era tarde y por más que desearía conseguir un poco de calma, no podría, cerré las ventanas y me recoste en la cama para tratar de dormir, deje el inhalador en el mueble de noche y mi celular a un costado de la almohada se que quizas no podria dormir del agobio pero fue todo lo contrario, mis ojos se cerraron casi de inmediato apenas toque mi cama.
3:04 am
Los golpeteos en la puerta de mi dormitorio habían logrado despertarme, no respondí, la paranoia otra vez me llego a la cabeza como agua fria, nadie tocaría a mi puerta en plena madrugada, nadie en definitiva.
Con temor, tome mi celular, mi inhalador y camine con sigilo al armario, no se que hacer, tengo miedo ¡Estoy aterrada!, suspire tratando de entrar en razón, estoy bien, estaré bien, sea quien sea, esta bien.
—Sowon! Carajo, abreme!
La voz de Alice me sobresalto, me levante corriendo y abrí la puerta con una paz enorme invadiendo mis pulmones, sonaba enojada pero no importa, es mejor saber que es ella que cualquier desconocido, verla o no siempre me da igual pero justo ahora en este instante adoro a mi amiga.
—¿Que haces a esta hora?— la invite a pasar con dudas por el olor de la marihuana en esa sudadera oversize ya que ella jamas usaria ropa una talla mas grande, lo sabia perfectamente e iba a alegar hasta que note algo envuelto en una cobija pequeña color rosa pastel —¿Que rayos es eso?
Por un instante juraria que era una bebé por la forma de como lo cargaba, conociéndola no lo dudaría ni por un segundo pero no, para mi suerte o más bien, para la suerte de cualquier bebé, aquello no era precisamente lo que creí.
—Cierra la boca, dios— me grito en un susurro a la vez que miraba el pasillo solitario como si la policía nos acechara
Bire los ojos, hoy simplemente no tengo ganas de pelear con ella por eso ni siquiera abri la boca.
—Escucha, encontré un perro pero no puedo tenerlo en mi dormitorio— destapó un poco la cobija y me lo mostró, un pitbull muy pequeño color blanco y ojos azules, era bonito, si, pero nunca me han gustado los perros —Sabes que compartir dormitorio con la delegada es un tema y pues...tu tienes este bonito aunque pequeño y desalineado lugar así que estaba pensando que quizás.-
—No, no, no, mira, no, dáselo a alguien más, ni siquiera me gustan los perros, mi casera me echará si lo sabe y el piso de por si ya me lo dejo barato por ser estudiante
—Que despiadada ¡Mira su carita!— y sin inhibición estampó al perro en mi cara fingiendo mimos que claramente no necesito —Solo confío en ti, digo, eres una perra loca ¡Se llevarán bien!
Me cruce de brazos, no estaba dispuesta a jugármela así, no estaba bromeando cuando dije que mi casera se tentó el corazón para dejarme el alquiler más barato de lo que ya era y si bien las mascotas no estaban prohibidas también es cierto que un pitbull y su tabú no me vienen como anillo al dedo.
Simplemente no quiero más problemas en mi vida.
—Si lo haces, prometo olvidar el tema de las fotos y el dinero, ¡Enserio! Es pequeño y no te dará lio, solo mientras llegan las vaciones de invierno, lo llevare a casa de mis padres, lo juro.
Si bien era cierto que el tema del dinero que le debo aun me daba problemas de ego, tampoco podría educar a un perro y menos un pitbull, de cualquier modo, fui débil y terminé aceptando, lo que sea necesario para dejar esa estúpida cafetería.
(...)
Aquella cosa era pequeña y le había armado una especie de barricada para que durmiera sin invadir mi zona, le dejé comida y agua, limpie su popo y con alegría me largue de mi dormitorio, no me gustan los perros, no quiero uno, así que planeo regalarlo lo más pronto posible si Alice no ponia de su parte.
Hacia ya dos días que todo había vuelto a la normalidad, ya nadie hostigaba mi estabilidad y mi asma no había regresado, todo iba bien,habia renunciado a la horrible cafetería porque había conseguido una beca por estudiante foráneo, todo iba maravillosamente.
—¡HaNeul!— salude —¿Quieres un perro?
—¡Me encantan! Pero soy alérgica
Que mierda, hice una mueca y seguimos nuestro camino por el centro, sábado por la tarde y habíamos quedado de ver una película, la cafetería me dejó una amiga pero justo ahora, poco eficiente ya que la había llamado para que saliéramos solo para regalarle a ese perro.
—¿Por que te fuiste de la cafetería? La nueva chica es mucho más lenta que tu
—No es mi sueño— me burle —Como sea, elige tu, hoy no tengo animo
—Compra las bebidas y yo voy por los boletos— animó
Asenti, metí las manos en mi sudadera gris y busque mi cartera, un perfume conocido me invadió el aire como por inercia, pino y madera, me gire por todas partes llena de mecesidad hasta ubicarlo, se que le debo mucho, se que es el quien me ayudo aquella noche porque en todos estos años no habia vuelto a oler un perfume igual o siquiera parecido, nadie más tiene aquella esencia, se que es el.
Prendía un cigarro, sus amigos platicaban con normalidad, aunque Jungkook no estaba con ellos para mi gran fortuna, me paralice apenas lo distingui de entre los otros, ese chico...quiero acercarme y darle las gracias pero tengo miedo, me da pena y tampoco puedo corroborar que es el aunque yo ya lo daba por hecho mis corazonadas no son prueba suficiente.
—Quítate, ¿si?
La voz chillona de una chica poco más baja que yo me paso de largo sin importarle chocar conmigo, su cabello castaño caoba igual al mío se removió en el aire muy suavemente pero lo suficiente para soltar el olor de su shampoo, llego hasta donde ellos y Sonrio coqueta fingiendose una muñeca, que bastarda, solo eso diré.
—Mantequilla extra— suspire, mire la hora en mi celular hasta que pegue un brinquillo por una mano que acaricio con suavidad mi cintura me gire alarmada y furica dispuesta a hacer una escena en pleno cine poco podría importarme si me tocaba pelearme con un pervertido.
Sonrio —Que coincidencia, Sowon
—Jeon— lo susurre porque genuinamente me había tomado por sorpresa, digo, si aquí estaban sus amigos pero no se porque creí que a él no lo vería hoy —¿Como te va?
—Bien, bien en realidad— tomó un par de popotes y me arrugó la nariz juguetón después de ver por sobre mis hombros a la chica de antes —Nos vemos
Vestía una chaqueta de cuero negro y jeans negros, rodeo su brazo en el hombro de la chica que me tacleo hace rato y entraron a la sala 3.
No me interesa el tema pero se que de los dos días que había obtenido paz, Jeon jamás apareció, dos día sin jungkook, dos días de paz por eso se que verlo trae mala suerte.
—Sala 3 Wonnie, veremos terror
No pensé que literalmente veríamos terror.
ESTÁS LEYENDO
STALKING|Resubiendo|BTS Fanfic ✔
Fanfiction"Puedes correr, puedes esconderte pero no importa lo que hagas no escaparas de mi prisión" Porque todo tiene un precio y dicen que siempre hay un poco de luz en la oscuridad...sin embargo, no olvides también hay un poco de oscuridad en la luz y el...