1. No me gusta, no me gusta, no me gusta [Izuocha]

#1: Anotación

Uraraka Ochaco terminó su entrenamiento diario una hora antes de lo previsto.

Aprovechó para salir al patio de Yueii y descansar un momento.

El día era perfecto. El cielo azul era tan majestuoso y claro. Ninguna nube en el firmamento. Sí, había tomado una buena decisión al salir.

—Uraraka-san—La saludó Deku, sonriente, desde la distancia.

Maldición. ¿Por qué tenía que encontrarse con él constantemente?

—Deku-kun, también acabaste—Concluyó la castaña.

—Sí. Kacchan y Todoroki siguen peleando por ser el más fuerte—Recordó a ambos golpeándose en una de sus típicas peleas—. ¿Por qué saliste corriendo ayer del salón de clases?

Recordó los sucesos del día anterior y no pudo evitar ruborizarse. No, él no debía verla así.

—¿Uraraka-san, tienes fiebre? Estás un poco roja—Notó el peliverde.

—Sí—Mintió—. Es un hermoso día, Deku-kun—Rió—. Pero debo irme con Tsuyu-chan, necesita mi ayuda.

—Creí que estaba entrenando hace un momento.

—Es decir que tengo hambre y debo ir a la cafetería. Adiós —Salió corriendo.

No podía evitarlo siempre. Eran amigos después de todo. Pero lo único que se le había ocurrido era correr lo más lejos que podía.

Llegó hasta su cuarto y tomó su cuaderno. Anotó lo primero que se le vino a la mente.

1: Su horrible sonrisa.

Sonrió satisfecha por lo que había escrito. Tal vez mentirse a sí misma la ayudaría a superarlo.

Tsuyu llegó momentos después y la vio descansando en el escritorio. La castaña se había dormido por el cansancio de las prácticas.

Con delicadeza tomó el cuaderno, tachó la palabra horrible y el no del título que su amiga había escrito.

Ochaco se despertó de inmediato y observó a su amiga con detenimiento. Ella le devolvió su cuaderno.

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1: Su sonrisa.

Había cambiado todo lo que ella había escrito. Quiso protestar pero Tsuyu negó con la cabeza.

—Piensa en ti misma y no te engañes—Le aconsejó.

Salió de la habitación de su amiga, dejándola sola.

Ochaco enterró su cabeza en su almohada. Ella tenía razón.