#10: Anotación

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Uraraka se elevó. Debía aguantar varios minutos sin marearse.

—Llevas cinco minutos, Uraraka-san-—Le dijo Eraserhead.

Ella se mantenía concentrada. Tenía que combatir para hacerse más fuerte y una de esas formas era controlando su tiempo de gravedad cero.

—Veinte minutos—Detuvo su cronómetro—. Bien hecho, Uraraka-san.

Ella no podía estar más feliz. Las náuseas eran cada vez menos frecuentes cuanto más utilizaba su quirk por determinado tiempo.

—Buen trabajo, Uraraka-san—La halagó Deku.

—Todo es porque nos estamos esforzando,Deku-kun—Tomó sus manos y ambos comenzaron a flotar—. Eres mi súper héroe favorito, Izuku-chan.

Él se ruborizó por sus palabras.

—¿La parejita puede volver a la tierra?—Su profesor anotaba en un cuaderno.

Uraraka soltó a Deku y este comenzó a caer. Por fortuna cayó en una de las colchonetas para los entrenamientos.

—Deku-kun.

—Estoy bien, Uraraka-san—Levantó su pulgar y le sonrió.

Ya tenía su anotación final para el diario.

Fue hasta Deku y lo abrazó tan fuerte que parecían que los dos iban a salir volando en cualquier instante.

—He terminado con mi entrenamiento, Deku-kun—Le contó—. Hay algo importante que debo hacer pero podemos hablar más tarde.

—Uraraka-san.

—Adiós—Agitó su mano y comenzó a correr.

Llegó a su habitación y escribió rápidamente la última razón.

#10: Eres mi súper héroe, la persona que me inspira a convertirme en una mejor versión de mí misma.

Cerró su cuaderno y lo dejó en su escritorio. Debía buscar a Tsuyu de inmediato para enseñarle su lista terminada.

Giró las llaves para cerrar la puerta de su habitación. Caminó por el pasillo.

—¿Uraraka-san, no haz visto mis botas propulsoras?—Preguntó Hatsume—. Las dejé en el laboratorio esta mañana y al volver no estaban. El profesor All Might dijo que le preguntara a todos los estudiantes.

—No las he visto, Hatsume-san.

Hatsume pisó el suelo con fuerza. Jamás perdía a uno de sus bebés.

—Si descubro que alguien las robó, me las pagará, Uraraka-san—Apretó los puños—. Que tengas buenos días—Se despidió.

Uraraka siguió caminando para buscar a Tsuyu.

Toga pateó la ventana de Uraraka

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Toga pateó la ventana de Uraraka. El cristal se hizo añicos. Ingresó inmediatamente.

Su rostro se iluminó al ver el cuaderno de Uraraka en el escritorio. Buscó rápidamente la página y leyó. Arrancó la hoja, la dobló y la guardó en su bolsillo.

"Será muy divertido", pensó la rubia.

Pasó por la ventana y saltó del balcón. Aterrizó sin ningún rasguño gracias a las botas propulsoras de aquella inventora.

—¿Qué harás con la lista, Ochaco-chan?

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—¿Qué harás con la lista, Ochaco-chan?

—La romperé. Ya no la necesito. Ahora comprendo mis sentimientos a la perfección—Colocó las llaves y abrió la puerta.

Uraraka y Tsuyu ingresaron a la habitación de la castaña. Se sobresaltaron al ver la ventana rota y los trozos de cristal esparcidos por el suelo.

—¿Qué sucedió aquí?—Se alarmó Tsuyu.

Ochaco revisó su cuarto de principio a fin. No le faltaba ninguna de sus cosas. Se dirigió hasta su diario y buscó la lista para enseñársela a su amiga, después limpiaría.

—¡No está!—Corría las hojas, desesperada—. ¡La lista no está, Tsuyu-chan!—Decía al borde de las lágrimas.

Su celular vibró en su mesa de luz. Era un mensaje.

Deku💚
Necesito verte en el jardín de Yueii. Hay algo que debo hablar contigo, Uraraka-san.

Leyó y se alarmó. Rogaba al cielo que no fuera lo que estaba pensando.

1. No me gusta, no me gusta, no me gusta [Izuocha]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora