1. No me gusta, no me gusta, no me gusta [Izuocha]

#2: Anotación

Uraraka le pidió a Deku que posara para una foto, le agradeció y salió corriendo rápidamente.

Pegó la instantánea en la página, en la que estaba escribiendo, de su cuaderno.

—Servirá—Se dijo a sí misma—. Debo pensar en otra razón para anotarla.

“¿Estaba hablando en voz alta?”, pensó. Se encogió de hombros. Si estaba sola nadie la creería una chica loca.

—Ochaco-chan—La llamó su amiga —. ¡Kero!—Se sobresaltó—. ¿Por qué tienes una foto de Midoriya-chan?

—Me ayudará con mi plan—Mordió su lápiz por la frustración.

—No escondas tus intenciones —La regañó —. Quieres una foto de él porque te gusta.

—No es verdad—Miraba por la ventana el jardín tratando de inspirarse.

—Ochaco-chan, Midoriya-chan dijo que te diera estas flores—Fue hasta la puerta, tomó el florero y lo dejó en la mesita de la castaña.

Ochaco se ruborizó. El gesto le pareció muy tierno como él. Las flores eran crisantemos naranjas. Su fragancia impregnó la habitación.

—Él quiere que sea feliz —Una lágrima resbaló por sus mejillas.

—Te vio un poco triste hoy luego de que hablaste con Momo-chan. Kero.

Había hablado con Momo acerca del diario y ambas se pusieron a discutir pues su amiga defendía que debía enfrentar la situación y ella ponía excusas como las que anotaba en el cuaderno.

Luego de eso, no pudo evitar llorar. Estaba segura que nadie la había visto o eso creía.

—Gracias, Izuku-kun—Tomó una flor y la pegó en el diario.

—¿Seguirás con tu lista?

—Sí—Respondió con un deje de duda.

#2: Su obstinación

Al terminar de escribir la segunda razón. Sonrió. Le gustaba que Deku fuera así.

—Parece que no tendré que tachar nada hoy—Le dijo Tsuyu al ver lo que había anotado Uraraka.

Quizás solo estaba evitando lo inevitable, pensó Uraraka, al ver nuevamente las flores que reposaban en su mesa de luz.