1. No me gusta, no me gusta, no me gusta [Izuocha]

#3: Anotación

Ochaco almorzaba en la cafetería de la academia con sus amigos. Trataba de concentrarse en recordar lo que había estado estudiando por varios días.

—Uraraka-san—Deku se sentó a su lado cuando Iida decidió intercambiar lugares para hablar con Todoroki.

—Deku-kun—Estalló en carcajadas.

Sí, terminaría asustando al pobre de su amigo. Tosió para calmarse.

—¿Recibiste las flores que le di a Tsuyu para que te las diera a ti?—Se rascaba la cabeza y desviaba la vista por timidez.

—Sí. Eran muy bonitas, Deku-kun. Son mis favoritas. ¿Cómo lo sabías?

—Hablé con tu madre ayer.

Casi escupe el jugo que estaba tomando. Tenía que disimular mejor sus sentimientos.

—¿Qué te dijo?—Temblaba.

—Nada. Se sorprendió mucho. Luego me dijo que le hablabas mucho de mí —Rió—. Deku-kun se esfuerza más que nadie en esta escuela. Si alguien merece convertirse en un héroe es él. Lo admiro mucho —Repitió las palabras que había dicho la madre de la chica —. No sabía que pensabas eso de mí. Me alegra, Uraraka-san.

—Tú Inspiras a todos, Deku-kun. Eres mi súper héroe —Dijo con soltura.

—Gracias, Uraraka-san—Tomó sus manos—. Eres una de las mejores amigas que podría tener.

Su burbuja se pinchó. Sin embargo, sonrió. Él no sabía lo que esas palabras causaban en ella.

—Midoriya, el profesor All Might necesita hablar contigo—Leyó Iida en su teléfono.

—Iré de inmediato —Se levantó —. Adiós, Uraraka-san. Espero que nos veamos más tarde.

Vio cómo se alejaba corriendo por la cafetería. Lo vio un par de minutos más hasta que salió por las puertas de la cafetería.

—¿Le dirás?—Preguntó Todoroki.

—¿Todos lo saben?

Iida y Todoroki asintieron.

—No lo sé —Agachó la cabeza.

Tomó su cuaderno de su bolso y anotó lo siguiente:

#3:La manera en la que anima a todos. Incluyéndome a mí.

—Midoriya jamás se dará cuenta si no se lo dices, Uraraka-san—Se acomodó los lentes Iida.

—Si necesitas ayuda. Ahí estaremos para ti—Le dijo Todoroki.

—Gracias—Les sonrió a ambos.