Capitulo 1.
En el último año mi vida cambió por completo, no se en que momento todo se salió de control, solo sé que así fue. Personas que juraba tener conmigo siempre e incondicionalmente, se esfumaron de mi vida de repente, cuando menos me lo esperaba. Y duele saber que todo fue mi culpa.
[...]
La semana estaba terminando. Me levanté de la cama y fui directo a mi baño. Me duché, sali y elegí la ropa que usaría. Tarde bastante, ¿y qué esperaban? Soy la chica mas popular de la escuela, ¡tengo que lucir perfecta siempre! Es como una regla.
Me miré al espejo con una sonrisa al ver mi reflejo y cuando estuve lista, bajé a desayunar. Divisé una nota en la heladera.
"Alex y Chad: tuvimos que hacer un viaje de negocios a Canadá. Volvemos en unos 2 o 3 dias. Los amo Mamá."
Rodé mis ojos, era tan común esto de "viaje inesperado, no nos despedimos, nos vemos en un mes, suerte y adiós".
Suspiré cansada.
Da igual, no me importa.
Era un poco patético como todo el tiempo trataba de convencerme a mi misma, aunque siempre acababa por darme cuenta que algo de razón tenía.
Después de todo, ya estoy acostumbrada a que viajen casi todas las semanas.
Y era cierto, viajaban muy seguido y cuando no lo hacian, estaban trabajando en la empresa. Lo gracioso era que ellos eran los dueños, el dinero nos sobraba y ambos podrian reemplazar sus dias de trabajo o viajes por dias de spa o, solo es una recomendación, tiempo con sus hijos. Es decir, mi hermano y yo.
Una voz en mi cabeza me decía:
Libertad.
Pero otra me decía:
Demasiada libertad.
- Buenos dias - dijo Chad con voz de dormido, su cabello despeinado y aún en pijama.
- Buenos dias, ¿aún no te cambiaste?
- ¿Qué? ¿No ves que sigo en piyama?
Rei sarcásticamente.
- ¿Sabes que veo? Que vamos a llegar tarde a clases - le dije mientras llevaba una cuchara de cereales a mi boca.
Mi hermano abrió la boca para contestar y seguir con nuestra pequeña y estúpida "pelea" cuando su celular sonó.
- Hey, bro... Si, claro. ¡Genial! ¿Habrá chicas?... - adiviné, hablaban de una fiesta, ¡que injusto! El pensaba ir a una fiesta y a mi ni siquiera me dejaba salir con amigos cuando mis padres se iban. - Claro que voy... Ohh, tienes razón, no, mis padres están fuera del pais, y no la voy a dejar sola un viernes por la noche - hablaba de mi, le hice señas de que si podia, que no había problema. Quería que me dejara en paz, y asi poder salir con quien yo queria y cuando yo queria.
Me hizo un "no" con los labios.
Maldito.
- No, no lo sé... Claro que no confio en ella, si la dejo sola se escapara de la casa y no tengo idea de con quien saldrá. - susurró demasiado alto para ser un susurro porque yo lo escuché y creo que mis padres desde donde sea que estaban, también.
Me di vuelta y lo ignoré, subi a mi habitación y busqué mi mochila.
Subimos al auto, nadie dijo nada hasta el momento, realmente yo estaba enojada, ¿quien se creia que era para decidir sobre lo que yo haría?
- Puedes salir tranquilo. Es viernes, relájate.
- ¿Y tú? ¿Qué pretendes hacer?
- Nada. Aún no hable con nadie.
- Nada de chicos. - ya habia comenzado a enojarme mas.
