Hasta que deje de doler

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Capitulo 31.

-Te amo.-dijo.

Lo miré a los ojos, pero antes de hacerlo las lágrimas caian por mis mejillas.

-Eso no es cierto-me dije a mi misma, pero en realidad lo habia dicho en voz alta.-Tu no me amas.-dije mirándolo a los ojos y notando como él seguía con la mirada mis lágrimas mientras bajaban por mis mejillas.

-Alex, hace 1 año atrás hubiera afirmado con toda seguridad que tu también me amabas. Pero el tiempo pasó. 1 año. Las cosas cambiaron, jo*der. Te lastime mucho, te fallé como nadie lo ha hecho en tu vida. Y mira que ironía, yo queria cuidarte de cualquier mal, de cualquier daño, no queria que nadie te lastimara; pero yo como un jod*ido idi*ota me encargé de eso.-dijo apenado. Luego hizo una pausa y continuó hablando.- Hoy la verdad, no puedo afirmar que aun me ames, y obviamente, no te culpo; creo que más bien puedo afirmar que me odias, pero eso duele así que prefiero no pensarlo de esa manera.

Se que de seguro lo que digo ni siquiera te importa, pero te amo tanto...

-Tu no me amas. Dilo.-dije llorando al borde de la histeria.-¡Di que no me amas!-grité poniéndome de pie.

-¿Por que mentir?-dijo imitandome.

-¡Me has mentido siempre, aun cuando te rogaba que me dijeras la verdad! ¿Por que no mentir ahora?-le grité enfadada.

-¿Cuantas veces más tendras que refregar en mi cara que te menti?

-¡Hasta que deje de doler!-grité acercándome a el.-Vete.-lo empujé-Sal de mi casa y no vuelvas.

Estabamos cerca de la puerta y el no se resistia, en cambio, dejaba que yo lo empujara y caminaba de espaldas, no dejaba de mirar a mis ojos. Estaba por cerrar la puerta en la cara de ese maldito pero:

-Eres una cobarde.

-¡No soy cobarde!

-Lo eres.

-¡No! ¡Tu lo eres!

-Entonces si no eres cobarde dime de una vez por todas, ¿aun me amas?

-Eso no es justo.-dije enojada.

-La vida es injusta Alex-dijo intentando ser... ¿gracioso?

-Dimelo a mi.

-Lo se. Pero te amo y necesito saber si tu aun tambien lo haces.

-¿Y eso en que cambiaría?

-Si no me amas haré lo imposible por olvidarte. Pero si me amas, haré lo posible por hacer que me perdones y volver a enamorarte.

-¿Y que si sigo enamorada de ti?-dije tratando de contradecirlo en todo lo que dijese.

-Wow. Si que te gusta llevarme la contra.

-Bueno, ¿quieres la verdad?-el asintió aunque yo no esperaba que lo hiciera-la verdad es que yo odio todo lo que hiciste, lo que hiciste con nosotros y conmigo. Odio cada segundo que sufri por tu causa. Y despues de todo, yo sigo aqui como una idi*ota amándote. ¿Y sabes que es lo peor? Que no quiero amarte. Tengo que odiarte. Aunque sea deberia odiarte por Taylor, pero no puedo. Me odio por no odiarte, y eso no suena justo. Odio no odiarte. Odio amarte.-lloré.

Antes de que alguien dijera algo se acercó de golpe y... y me besó. No segui el beso. No. No podia. Era extraño la manera en que lo deseaba, era algo insoportable. Pero no podia hacer algo asi. Por Taylor.

Lamentablemente, no tuve las fuerzas para quitarlo de encima, o detener el beso, es decir, yo no tuve la fuerza para controlarme y detener todo esto.

-¿Que crees que haces maldito idi*ota?-gritó... ¿Austin? Mie*rda. En su voz se notaba que la palabra furioso, no alcanzaba para describir lo enojado que estaba.

Nos separamos o mas bien el se alejo de mi.

-No es lo que crees-le dije a Austin interponeindome entre ambos ya que Austin se estaba acercando mucho.

Pero Austin ni siquiera me miraba, no me veía y estoy segura de que tampoco me escuchaba. En cambio, no dejaba de gritarle y mirarle a los ojos a su... ¿viejo enemigo?

-No quiero pelear.-dijo mi ex-novio alzando las manos en señal de ¿paz? O algo asi. Ya que lo que menos habia traido su reaparición fue paz.

-¡Acabaré contigo!-le gritó Austin.

Y antes de que yo pudiera hacer algo al respecto, Austin habia corrido hacia él y su puño ya se encontraba en la cara de el idi*ota que... que... ¿acababa de besarme? Oh mie*rda.

El estaba en el suelo y Austin estaba encima.

Me lanzé encima de Austin y traté de quitarlo, pero de mas esta decir que fue inútil; el tenia mucha más fuerza que yo y lo estaba demostrando con él.

-¡¿Como te atreves a besar a Alex?!-dijo Austin sin detenerse.

-La a-amo.-luego escupió sangre al suelo.

Oh por Dios.

Corri en busca de ayuda. ¿Donde mie*rda se encontraba Bridgit cuando se la necesitaba?

En ese momento de desesperación pensé, ¿quien es la persona correcta para frenar una pelea? ¡Austin!  Ah, no, esperen... el es parte de esa pelea... jo*der.

Entonces, tuve la peor idea que se pudiera haber ocurrido. Entré corriendo a la casa y con mi celular hice una llamada que quizá, solo quizá podria salvar el dia; aunque tambien estaba la posibilidad de que lo único que lograra sería otra pelea aun peor. Pero no tenia opción.

-¿Hola?-dijeron del otro lado del teléfono.

-Soy Alex.

-Oh, ¡que sorpresa!-dijo con su voz de pe*rra insensible.

-No tengo tiempo para tus estupideces, Austin lo matará si no llegas aqui lo antes posible.

-¿Hablas de quien yo pienso?-dijo algo preocupada.

-Si. Ven de inmediato. Creo que conoces mi casa, cierto?-dije irónicamente.

-Oh, si, como a la palma de mi mano.

Colgó.

Pu*ta, pensé.

Sali a la calle y los encontré como antes, pero Austin seguia encima de el. Él no se defendia, y yo se que si el lo queria, podia. Asi que no entendia porque.

Lo intenté otra vez, intenté separarlos, pero Austin levantó el brazo para darle otro golpe, y cuando hizo eso, su codo golpeó directamente con mi cabeza, lanzandome hacia atras. Yo caí al suelo detrás de ellos. Y todo se veia borroso, pero sin embargo pude ver como se separaban y ambos me veian, él y Austin. Su cara estaba llena de sangre y los puños de Austin tambien. Esto era horrible.

-¡Mira lo que le has hecho maldi*to!-le gritó a Austin.

-¿Yo? ¿En serio? Cada vez que apareces algo malo sucede, ¡esto es tu culpa!

-¡Jo*der! ¿Que mie*rda pasó aqui?-exclamó una voz femenina. Amber. Habia venido rápido.

Pero todo se volvió aun mas borroso para mi. Y ya no veia nada. Cerré mis ojos. Y otra jodi*da vez, todo se volvió negro.

Dinero, Secretos y ¿Amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora