Capitulo 35.
Luego de esa dramática salida del hospital me dirigí a mi casa em un taxi. Las lágrimas, de mas esta decir, no paraban, al igual que la lluvia. Parecía que el cielo se caería, estaba diluviando. Llegué a mi casa y entré, ya empezaba a tronar.
-¡Bridgit!-grité al mismo tiempo que secaba una de mis tantas lágrimas.
-¡Necesitamos hablar!-volvi a gritarle a mi hermana. Habiamos tenido una pelea en el hospital y yo en serio estaba arrepentida, necesitaba decírselo. Ya había lastimado a suficientes personas como para también sumar a Bridgit a ellas.
Pero no respondia lo cual me resultaba muy extraño, Bridgit no era ese tipo de personas que se enfadan y se encierran en su habitación o simplemente te ignoran. No. Ella era del tipo de personas que te enfrentan y pelean, gritan y se enfadan aun mas. Esa era Bridgit. Asi que cuando no escuché gritos de guerra me asuste un poco, debo confesar.
Subi a su habitación, la cual tenia la puerta abierta y entré. La cama estaba bien tendida con una colcha color salmón y muchos almohadones blancos. Su laptop estaba en el escritorio; por un segundo tuve una idea que me erizó el cabello de mis brazos. Entonces para verificar que mi idea era completamente falsa, abrí el armario. Y mi idea se volvió correcta. El armario estaba vacio. Bridgit se habia ido.
Entré en la computadora, aun preguntándome porque la habria dejado. Abrí el historial y entré al ver el nombre de una aerolínea. Anoté en una nota de mi celular el vuelo. El vuelo salia a las 6:30 PM y en ese momento eran las 5:45 PM.
Revisé por toda su habitación, quizá habia dejado una nota para mi. Pero no. Inclusive revisé en mi habitación y en la cocina, pero tampoco habia rastro de que la chica de cabellos rosas haya estado por alli alguna vez.
Llamé a su celular pero estaba apagado. Asi que decidi llamar a mi madre que aun estaba en el hospital acompañando a Chad. Esperando un milagro. Pero los milagros si existen, ¿cierto?
Aunque estaba casi confirmado que por mi culpa mi hermana se habia ido, decidí confirmarlo.
5:57
-Mamá, hola.
-Alex, hija; ¿como estas?
-Estoy bien.
-¿Todo esta bien alli?
Puf. No tienes idea.
-Si, genial. Llamaba para preguntarte si Bridgit llamó a tu celular.
-No, no hable con ella desde que llegó; solo se que se quedaría en casa para cuidar de ti. ¿Ella no esta ahora? ¿estas sola?-pude escuchar en su voz como se alteraba.
-No, no mamá. Tranquila, ella debe haber ido por una película o algo asi. No te preocupes.-dije mientras tomaba las llaves del auto de Chad y salia corriendo de la casa y me empapaba al instante.
-De acuerdo, tengo que colgar, quizá Chad despierte en cualquier momento y neceisto estar alli para el. Adios hija.
-Adios mamá.-dije triste por su esperanza. Eso si debia ser un milagro. Hay momentos en los que es tan dificil ser positiva.
6:00
Entré al garage y entre al coche de Chad. Se que debia salir al instante antes de que sea demasiado tarde y Bridgit este ya muy lejos. Pero al entrar en aquel coche una ola con el olor de Chad llegó a mi; haciéndome pensar en... en todo.
5:05
Puse las llaves y las giré, dándole vida al automóvil. Respiré ondo y saqué el coche de allí entrando en la carretera. Dentro de mi, cruze los dedos (para la suerte) para que ningún oficial me detuviera, no tenía registro. Chad me habia dado clases pero yo no era todo un genio, y considerando que se desataba una tormenta, seria algo difícil.
5:28
Me dirigi al aeropuerto y cuando llegue, aparque el automóvil.
5:30
Saqué mi móvil y me guíe por las pantallas que habia por doquier. Cuando encontré el vuelo correcto me dirigí alli. Pero ya no habia nadie.
5:41
¡Mie*rda!
Vi despegar un avión por uno de esos ventanales tan enormes que no puedes ver donde comienzan.
¿Por que todo debe salirme mal?
¿Por que tengo que tener la culpa de todo?
Mi hermana estaba viajando al otro lado del mundo y era mi culpa.
Francia.
Ella vivía en Francia y nunca venia a Los Angeles; solo habia sido por una emergencia, pero ahora habia vuelto por mi culpa.
Austin, y ahora Bridgit.
[...]
Habia estacionado el coche en el garage y habia entrado a la casa.
Mi móvil sonó y el nombre de Matthew se iluminó en la pantalla.
-Hola-dije intentando disimular mi tristeza y desilusión. Habia corrido a buscar a Bridgit a un aeropuerto, como en las películas, a diferencia que no la habia alcanzado.
-Nena, ¿como estas?
-Genial.
-Creo que ni tu crees eso. ¿Que pasó?
-Nada.
-¿Quieres que valla a tu casa?
-Esta diluviando, es peligroso. Además, estoy bien.
-¿Estas con alguien?
-Nop.
-Voy para alla, llevo pizza. ¿Que dices?
-No te preocupes, yo---
-Voy para alla, solo tengo que vestirme. Te amo.
Y colgó sin dejarme terminar mi célebre frase. "Yo, estoy bien".
