Intransigente | Mo Dao Zu Shi |

Capítulo 15

—Wei Wuxian...

La voz de Jiang Cheng se escuchó lejana para su receptor, por más intentos que el emperador hizo para llamar su atención la 'guerrera' no salió de su estupor, en cambio siguió dando pasos pequeños por todo Lotus pier, se detenía cada cierto tiempo, como si quisiera recordar hasta el último brote de las flores, respiraba profundamente cerca de los lagos y miraba hacia el amplio cielo azul sin importar el radiante sol sobre él, fue de esta forma desde que regresó del palacio de las Nubes.

—Su majestad, siempre pensé que moriría en el campo de batalla pero uno de los sabios dijo que cada muerte es como menos te la esperas, no lo pensé así hasta ahora y tiene sentido. Moriré bajo el titulo de emperatriz

Regresando un par de pasos por fin encaró al emperador, tras sus palabras, sobre el muelle de loto donde jugaron más de una ocasión, en donde Wei Ying siempre sorprendía con sus ocurrencias al príncipe heredero se arrodilló frente a él, el único hombre vivo a quien le juraría lealtad por encima de su propia existencia.

—Morirás cuando yo lo diga, si lo haces antes jamás te lo perdonaré —Con la obstrucción de los rayos del sol gracias a la sombrilla que sostenía un sirviente dio un paso al frente, ordenó al sirviente con solo un movimiento retirarse, nada de lo que fuese a decir a partir de ese instante debió ser escuchado por terceros.

—Voy a llevarme a la tumba ese pesar pero no hay opción, tú me metiste en esto, si fuera Zewu-jun estaría a salvo pero incluso él se mostraría molesto por ocultar tal cosa, es cometer traición. Estaré en la horca después de la noche de bodas cuando Lan Zhan sepa que su flor de loto se volvió una vara de bambú —Su anterior tono respetuoso se volvió reproche conforme sus quejas continuaban, Wei Ying tenía demasiadas cosas para reclamarle a su mejor amigo pero este siguió mostrándole una mirada de autoridad, una que nunca funcionó con él.

Puede que sea el emperador pero siempre probó el polvo con él, esa fue su pequeña ventaja.

—Lan Wangji es tu enemigo jurado, sin importar los tratados de paz no borrarían años de conflicto con solo una noche ¿Por qué insistes tanto en eso? Puede que después quiera consumar el matrimonio pero todavía tenemos tiempo, tampoco has pensado que él fue quien propuso ese tipo de pacto. Puede que se enoje tanto que quiera cortarte la cabeza para salvar su orgullo o sus deseos de preservar la paz entre nosotros sea tan fuerte que calle y te mantenga a su lado, como si nada pasara... También puede no importarle que seas y enamorarse

—Me voy unos días y te vuelves tan gracioso —El guerrero no pudo evitar reír con amargura—. ¿Callarse todo? ¿Dejarlo pasar? Eso puede ser si las estrellas se alinean y me dan suerte pero es imposible que se enamore de mi, menos después de saber que soy hombre —Sin esperarlo sintió cierta desazón en sus palabras—. Tú mismo lo mencionaste, soy su enemiga jurada, no sabes como la dinastía Lan tiene una forma de mirar que te apuñala el alma, si sobrevivo viviré con eso hasta el fin de mis días, aparte estaré encerrado dentro del palacio de las Nubes, no podré pelear, ni vivir aquí, tampoco veré a mi Shijie como antes...

A solo un día de su matrimonio y comenzaba a asimilar el cambio drástico que sufriría en caso de salir ileso tras la noche de bodas.

—La matriarca YiLing, fundadora del cultivo demoníaco, famosa por sus habilidades en las artes oscuras, general del ejercito del Loto, mi mano derecha, mi amigo y confidente, la nueva emperatriz de Gusu. Cualquiera daría tu lugar aunque sea por una quinta parte de ese titulo, te volviste más idiota estos días, si te cortan la cabeza no sería problema porque no la estas usando desde el compromiso