La sastre en un típico Isekai

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Me paso lo típico de un Isekai. Volviendo a casa del colegio, camión-san, despertando en un cuerpo que no es el mío con sus recuerdos, etc. Ahora estoy sentada en mi increíblemente cómoda cama mientras pienso que hacer. Dado que no me quiero casar con un hombre 50 años mayor que yo

Recapitulando.

Soy la súper mimada primera princesa del reino de Owen, mi madre era el amor de la vida de mi padre y tras su muerte nadie me dijo nunca la palabra "no". Por supuesto tengo una madrastra y hermanastros, entre ellos el príncipe heredero, que me odian porque padre me cubrió de lujos y siempre cumplía todos mis caprichos.

Además yo era una mimada, cruel, maleducada, tonta y superficial chica. Tanto que todos me evitaban excepto las pelotas de siempre y mis secuaces. Diablos, si me encontrase con una chica como yo le tiraría una piedra para acabar con su sufrimiento.

El caso es que padre murió y las cosas cambiaron cuando mi hermano subió al trono. Por supuesto mi comportamiento se modero mucho porque yo estaba de luto encerrada en mi habitación, había amado muchísimo a mi padre. Y un día mi hermano mayor vino con una orden real de que me casara con el príncipe heredero del reino de Pill.

El príncipe heredero tiene 69 años, el rey tiene cerca de 100, ha estada casado cinco veces. Varios de sus nietos son mayores que yo. Además de ser gordo, cubierto de granos y más feo que el diablo. Así que mi antiguo yo sé suicido tomando un veneno y así es como yo he llegado a este cuerpo

¡Yo tampoco quiero casarme con ese viejo pedófilo!

Mire mi vestido de princesa cuando fracase en mi tercer intento de ponerme en pie. ¿Cómo podía llevar algo tan incomodo? Estire lo que pude mi brazo, que no era mucho, hasta la mesilla y cogí las pequeñas tijeras que usaba para recortarme la uñas

-Esto servirá-dije alegremente

Cinco minutos después, mientras estaba de pie me di cuenta que lo que había hecho no era normal.

Después de todo es completamente imposible desmontar un vestido con más de trescientos retales en cinco minutos sin romper ninguno, más la segunda capa y la tercera hasta quedarme en unas enaguas aceptables pero llenas de volantes inútiles.

¿Una habilidad especial?

Bueno, solo bromeo. Después de todo vengo de una familia de sastres, mi abuelo tenia enmarcado un retrato a cuerpo completo de tamaño real de Coco Chanel en el local. Mi padre solía decir que era más rápida que una máquina de coser, y al parecer mi velocidad ha aumentado bastante en este nuevo cuerpo. Incluso podría modificar la ropa para hacer otra...

En ese momento un plan brillo en mi mente. No era muy bueno pero era un plan, además, tenía tiempo hasta que me tuviese que marchar a mi boda en tres meses




Un mes después salí por la puerta del castillo sin que nadie me detuviera.

Había sido duro, tener que comportarme como antes de recordar, pero había despedido a casi todas mis criadas personales. Mientras tanto me hice con las cosas que necesitaba. Una maleta normal y corriente, no estilo realeza, dinero en efectivo (Bastante, podre vivir bien toda mi vida con lo que llevo y sin trabajar), una peluca pelirroja y otra morena y modificar los vestidos de princesa para que se conviertan en lo que lleva todo el mundo.

Después de eso empecé a gritar en mi habitación, tras cambiarme y ponerme la ropa de criada. Me tire un tintero a la cara, cubriéndola de negro, y salí de la habitación tras gritar

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