Ideas para historias

Hijas de las estrellas. La eternidad de dos hermanas

No conozco a mis padres, ahora que he reencarnado los únicos padres que recuerdo son los de mi otra vida.

Pase la típica vida normal. Pero era muy tonta, más de lo que puedo imaginar, mi cerebro actual funciona bastante mejor que el anterior. Quería entrar a una determinada facultad, pero por culpa de una serie televisiva se llenaron las solicitudes y la nota media necesaria para entrar subió cuatro puntos.

Aun así yo me esforcé mucho. Entonces me pusieron el examen delante y todo se volvió negro. Muerte por agotamiento. Lo cierto es que llevaba sin dormir varios días. Luego naci, me pusieron nombre y me llevaron a esta casa

Ahora mismo soy una niña de dos años que nunca ha visto a sus padres. Aquí hay muchos libros. Desde libros infantiles para enseñar a leer hasta libros que tienen en sus lomos un símbolo "+18", aunque esos últimos están en un armario cerrado con llave. Las letras son raras, pero llevo desde que pude gatear intentando aprenderlas, así que me he acostumbrado al alfabeto de aquí

La pronunciación de palabras en este mundo es mucho más complicada que en mi mundo original. Así que nadie espera que yo sepa hablar bien, lamentablemente, pese a practicar todos los días, solo puedo decir palabras sueltas sin equivocarme.

Estoy con mi nana y varias criadas, ellas me hablan mucho, para que aprenda. Pero realmente es difícil mover una mandíbula y la lengua cuando no están acostumbradas a moverse. Agradezco no tener recuerdos de como aprendí en mi mundo original. Saber colocar la lengua es muy difícil

Las criadas de pronto se pusieron muy ocupadas

-¿Para aquí?

-Es "Pasa algo aquí", señorita

-Pasa algo aquí-dije lentamente y con cuidado en cada palabra y la criada me sonrió. Ellas no me respondían si pronunciaba algo mal. Me decían como decirlo bien y esperaban a que yo lo dijera

-La señora ha dado a luz a una niña, estamos preparándonos para acoger al ama de cría y a la nueva joven señorita. Sera su hermanita

-¿Manita?

-Hermanita-la criada me sonrió- Es alguien a quien deberá cuidar a partir de ahora, es su familia

-Familia

Al cabo de dos días trajeron a mi hermana al cuarto de al lado y me dejaron verla. Recuerdo que cuando era un bebe y llevaba ese chisme en la cabeza y el pijama de volates y encaje solo podía pensar que era incomodo, pero viéndolo en un bebe de verdad era muy lindo. Eso explicaba por qué, cuando sonreía las criadas soltaban suspiros. La bebe era adorable a pesar de estar dormidita, muy linda.

Tuve cinco hermanos pequeños y puedo decir cuando un bebe es lindo o es feo, y esta es muy linda.

-¡Ángel!-dije señalándola emocionada, lo que hizo que las criadas alrededor se rieran

-Muy bien, señorita Elisa, esta es su hermana Angélica.

-¿Puedo tocar?-dije con ojos de cachorrito, hay que aprovechar los poderes de la niñez

-Pero con cuidado, ella es muy frágil

Acerque mi mano después de que una sirvienta la lavara con una toalla caliente y toque su mejilla. Ella abrió levemente sus lindos ojos castaños y sonrió mientras se aferraba a mi dedo

¡Si esto no es amor de hermanas no sé que puede ser!

Como ya he dicho tuve cinco hermanos pequeños, brutos y revoltosos. Siempre quise una linda hermanita.

4 años en el futuro

Angélica estaba sentada a mi lado intentando comprender las palabras de un libro de imágenes. Una cosa que me había quedado clara es que no nos iban a mandar profesores. Cuando le dije a las criadas que quería estudiar ellas me miraron con un gesto extrañado y dijeron que yo era una dama noble y no lo necesitaba.