El regreso de la Dama Amatista 1/2

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Ser el editor de una novela con múltiples finales te hace conocer la historia tan bien como el autor. Y también tu personaje favorito, un villano cuyo final feliz llegará en la segunda entrega de la novela

Pero, ¿y si de repente te despiertas en el cuerpo de ese personaje antes de que se escriba la próxima novela? ¿Te quedas, intentas cambiar las cosas? No, eso es mucho trabajo. Es más divertido huir y convertirte en el guardaespaldas de la princesa de otro país.


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Miré las puertas de mi casa y luego la bolsa de lona que me habían dado. Lo abrí y pude ver varios de mis animales de peluche, una caja de sándwiches y un pañuelo. Por alguna razón quería escupir sangre

Me reencarné en una novela otome de opción múltiple, de esas que te dan opciones al final de las páginas y al seguir esas páginas terminas en historias completamente diferentes. En concreto, esta novela tuvo ocho finales. Y más de doscientos capítulos, por cierto, era una novela online que pagabas por capítulo. Entonces cada ruta era casi una novela separada.

Y yo era el editor de la novela antes de que se publicara, corregí miles de errores y tuve que leerla hacia atrás y hacia adelante al menos quince veces en cada final. Fue mi primer gran proyecto en el que fui responsable y trabajé muy de cerca con el autor para lograrlo. Creé tarjetas para cada personaje, obtuve ilustraciones de los escenarios,....

Lo último que recuerdo es desmayarme mientras celebraba con el autor el gran éxito de la novela solo un mes después de su lanzamiento. Mi prima económica por un buen trabajo crecía día a día y el autor había sido llamado para escribir la segunda novela de ese mundo. Los dos éramos felices y ahí todo se apaga.

Me desperté dentro de la novela. Lo sé porque literalmente trabajé hasta la muerte con el autor y, después del mismo autor, soy la única persona que puede escribir la novela palabra por palabra. Seguir y explicar la motivación de los personajes.

Y había terminado en el cuerpo de uno de los cuatro antagonistas. La única prometida del príncipe heredero y hermana menor de otro objetivo, Sandra Elizabeth Lakewinternight, la chica que lo tiene todo y no tiene nada.

El personaje de Sandra iba a tener un final feliz en la segunda novela porque tanto la autora como yo la queríamos a pesar de ser una villana.

Sandra es la hija olvidada del Duque de Hielo, originalmente el propio Duque no creía que Sandra fuera su hija biológica porque el cabello de Sandra es del color de las amatistas, un color increíblemente raro. Pero el duque tiene el pelo azul claro y la duquesa el pelo escarlata, el rojo y el azul forman el morado. Y aunque el malentendido se resuelve antes del segundo cumpleaños de Sandra y la pareja ducal retoma su buena relación, el trato a Sandra no cambia realmente.

Podría tener cualquier joya, cualquier vestido, cualquier peluche,.... Ella lo tenía todo. Pero sus padres nunca miraban en su dirección y sus hermanos imitaban el comportamiento de sus padres.

Sandra comía en un extremo de la mesa del comedor mientras sus padres y sus dos hermanos comían tranquila y armoniosamente en el otro. Cada vez que Sandra se acercaba a su padre, ella se la quitaba, nunca reaccionaron a sus palabras más que como si fueran molestias. Nunca fue abrazada por ellos, a diferencia de sus hermanos, nunca tuvo una salida familiar, a diferencia de sus hermanos,...

Literalmente tenía todo lo que el dinero podía comprar y nada que el dinero nunca pudiera comprar.

Para la pareja ducal solo estaban su hijo mayor, Thomas, y su hijo menor, Draiton. Sandra no existía para ellos. Por eso se obsesionó tanto con su prometido. No conoció el amor verdadero, y entendió la bondad y la simpatía como amor. Se obsesionó con eso, como una droga. Y cuando la protagonista le quitó a su prometido ella se derrumbó, lo que provocó que se cayera. Al final de la ruta del príncipe heredero, la llevan a un convento después de que sus padres la niegan y sus manos se rompen de tal manera que nunca podrá sostener una espada.

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