La lucha de la muñeca reina - 2

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-Su Majestad, quiero adoptar al chico que trajiste al palacio- El marqués había estado por varios días para intentar decirlo.

-¿Por qué esa solicitud?

-Como sabes, perdí a mis herederos hace algunos años. Ese chico es muy sobresaliente y solo tiene trece años. Es perfecto para ser criado como futuro marqués. Su espada y su conocimiento crecen a un ritmo casi anormal, porque él es el protagonista masculino, pensé.

-Está bien, le diré y dejaré que decida

Esa misma noche me miró desde su lugar en la mesa que compartimos.

-Un marqués es una nobleza de segundo rango

-Es verdad. Pueden casarse con la realeza tanto de este reino como de otros. ¿No es una gran promoción? Además, el marqués es un hombre muy bueno. Sin duda te tratará con respeto y te educará espléndidamente.

-Lo haré- se levantó y me miró- Espera cinco años, me convertiré en un hombre maravilloso.

-¿Tengo que esperar tanto tiempo? A mis ojos ya lo estás- le puse un poco la mejilla y se veía malhumorado

Como dije, el marqués lo cuidó y lo crió adecuadamente. Sin embargo, el castillo se sentía algo vacío sin él. Tal vez porque soy el único de mi familia que queda excepto la abuela

-Ese niño se fue cuando se enteró que podía cumplir su deseo- lo dijo la abuela en una de las lecciones de modales

-¿Tu deseo?

-Está bien quedarse así- sonrió- Solo recuerda quien te ha apoyado cuando llegue el momento

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La protagonista llegó al castillo en su decimoquinto cumpleaños. Como las únicas hijas del rey anterior, se suponía que él la acogería. Pero la heroína resultó ser una perra a su manera.

Por supuesto, tan pronto como me informaron de la existencia de una chica de sangre real, hice los arreglos necesarios para que permaneciera en el palacio. Arreglos que consisten en su propio palacio y doncellas adecuadas. Yo mismo de la novela la envié a una choza diseñada para el guardabosques real y tomé como sirvientas a una anciana casi ciega y la hija de un conde con gran orgullo que había ido a aprender modales.

El protagonista masculino se entera y envía sirvientas desde su casa, fondos y vestidos. Así comienza el romance, porque decide protegerla en el palacio gobernado por la concubina del ex rey y la duquesa.

Por supuesto, me había preparado mentalmente para proteger a la heroína y encontrarle un marido adecuado, si era posible lejos de mí. Sin embargo, también estaba preparada para lidiar con la novela si seguía su línea. Además de los preparativos que hizo para matar a mi hermana si era un estorbo para mí y de los que no sabía nada, en teoría.

Lo malo es que no me había preparado para un mocoso reencarnado como yo y que no seguía los sucesos de la novela pero esperaba que todo siguiera la misma línea.

Nada más llegar al palacio, con los ministros y nobles que estaban muy satisfechos con mi gobierno frente a nosotros. Se paró frente a mí y me gritó que sabía que yo era un mal gobernante y que algún día ocuparía mi trono.

Por supuesto, eso me asustó mucho. Pero me las arreglé para fingir una sonrisa

-Veo que mi hermana de sangre está muy cansada y no sabe lo que dice. Por eso hoy no tomaré en cuenta sus palabras. Pero solo hoy. La próxima vez que me insulte así, sea o no mi hermana de sangre, la azotarán diez veces.

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