Ashley Patterson se estaba dando una ducha rápida porque llegaba tarde al trabajo, cuando oyó un ruido. ¿Sería una puerta que se abría y se cerraba? Cerró las canillas y escuchó con atención, mientras el corazón le golpeaba en el pecho. Silencio. Se quedó allí un momento, el cuerpo brillante con gotas de agua, y después se secó y con mucha cautela se dirigió al dormitorio. Todo parecía normal. Una vez más, es sólo mi estúpida imaginación. Tengo que vestirme. Se acercó al cajón donde guardaba la ropa interior, lo abrió y observó su contenido con incredulidad. Alguien había metido mano en su ropa. Sus corpiños y bombachas estaban en una misma pila, y ella siempre los ordenaba separados.
De pronto, Ashley se sintió asqueada. ¿Ese hombre se había bajado el cierre del pantalón, había tomado sus bombachas y se las había frotado contra el cuerpo? ¿Tuvo fantasías en las que la violaba? ¿La violaba y la asesinaba? A Ashley le costaba respirar. Debería llamar a la policía, pero seguro que se reirían de mí.
¿Usted quiere que investiguemos esto porque cree que alguien anduvo revolviendo el cajón donde guarda la ropa interior?
Alguien me ha estado siguiendo.
¿Alcanzó a ver quién era?
No.
¿Alguien la amenazó?
No.
¿Sabe de alguien que podría querer dañarla?
No.
Es inútil, pensó Ashley con desesperación: No puedo ir a la policía. Ésas son las preguntas que me harían, y yo quedaría como una tonta.
Se vistió lo más rápido que pudo, de pronto ansiosa por escapar del departamento. Tendré que mudarme. Iré adonde él no pueda encontrarme.
Pero incluso mientras lo pensaba, supo que sería imposible. Él sabe dónde vivo, sabe dónde trabajo. ¿Qué sé yo de él? Nada.
Se negaba a tener un arma en el departamento porque detestaba la violencia. Pero ahora necesito protección, pensó. Entró en la cocina, tomó una cuchilla, la llevó al dormitorio y la puso en el cajón de la mesa de luz, junto a la cama.
Es posible que haya sido yo la que mezcló la ropa interior. Sí, probablemente eso fue lo que pasó. ¿O será sólo una expresión de deseos?
En su buzón del hall de entrada del edificio había un sobre. El remitente decía: "Secundaria del distrito de Bedford, Bedford, Pennsylvania".
Ashley leyó dos veces la invitación.¡Reunión de los que egresaron hace diez años!
Rico, pobre, mendigo, ladrón. ¿Cuántas veces te preguntaste cómo les habrá ido a tus compañeros durante estos diez años? Ésta es tu oportunidad de averiguarlo. El fin de semana del 15 de junio realizaremos una reunión espectacular con comida, bebidas, gran orquesta y baile. Únete a la fiesta.
Sólo debes enviar la tarjeta de aceptación que te incluimos para que sepamos que vienes. Todos están deseando verte.Mientras conducía el auto al trabajo, Ashley pensaba en la invitación. Todos están deseando verte. Todos salvo Jim Cleary, pensó con fastidio.
Quiero casarme contigo. Mi tío me ofreció un muy buen empleo en Chicago en su agencia de publicidad. Hay un tren a Chicago que sale a las siete de la mañana. ¿Vendrás conmigo?
Y recordó la desesperación que sintió mientras esperaba a Jim en la estación, cuando creía y confiaba en él. Pero él había cambiado de idea y no fue suficientemente hombre para decírselo en la cara. En cambio, la dejó sentada en la estación de ferrocarril, sola y esperándolo. Olvida la invitación. No iré.Ashley almorzó con Shane Miller en TGIFriday's. Los dos estaba en un reservado y comían en silencio.
-Pareces preocupada -dijo Shane.
-Lo siento. -Ashley vaciló un momento. Estuvo tentada de contarle lo de su ropa interior, pero le pareció que sonaría muy tonto. ¿Así que alguien se metió en tus bombachas? En cambio, dijo: -Recibí una invitación para una reunión de ex alumnos de mi escuela secundaria.
-¿Irás?
-Por cierto que no. -Lo dijo con más vehemencia de lo que pensaba.
Shane la miró con curiosidad.
-¿Por qué no? Esas reuniones suelen ser divertidas. ¿Jim Cleary estaría allí? ¿Tendría esposa e hijos? ¿Qué le diría a ella? ¿"Lamento no haber podido reunirme contigo en la estación de ferrocarril"? ¿"Lamento haberte mentido cuando dije que quería casarme contigo"?
-No iré.
ESTÁS LEYENDO
"Cuéntame tus sueños" Sidney Sheldon
RandomAshley Patterson es una mujer joven y hermosa; nadie, al parecer, tiene motivos para odiarla. ¿Pero cómo se explican las palabras aterradoras que aparecen escritas con lápiz labial en su espejo? ¿O los inquietantes mensajes que surgen en la pantalla...