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El momento en el que mis ojos dejaron de verte como una amiga.
En ese momento podría haberte desnudado con la mirada y haber sentido ganas de abalanzarme sobre ti.
En ese momento no podía ver más abrazos o besos en la mejilla, sino mejillas sonrojadas, besos robados entre clases, o besos intensos en la puerta de tu casa.
En ese momento me di cuenta de que no te quería como amiga, sino como compañera de cama, de navidades en familia, de "hoy pedimos pizza que no me apetece cocinar".
En ese momento me di cuenta de que mi corazón no volvería a latir si tú no te dieses la vuelta.

Palabras de amor para dos almas perdidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora