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Cada mensaje tuyo es como una estaca.
Una estaca que se clava en el centro de mi ser y se retuerce.
Cada mensaje tuyo es un recordatorio.
Un recordatorio de que no estas conmigo, de que es a través de mensajes de texto la forma de comunicarme contigo.
Cada llamada es como un huracán.
Un huracán porque cuando hablo contigo siento que puedo volar, pero cuando te cuelgo y no he sentido tus labios con un beso de despedida me caigo de ese vuelo.
Pero supongo que soy adicta al dolor que me causa, porque mi corazón no deja de acelerarse cada vez que hay un mensaje tuyo, o cada vez que escucho la dulce melodía de tu voz.

Palabras de amor para dos almas perdidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora