Pasamos la vida añorando el momento en el que encontremos nuestra media naranja, el príncipe del cuento de hadas, la persona con la que estás destinada.
No creo ni en las medias naranjas, ni en los príncipes ni en el destino.
Creo en el amor.
Creo que puede que no seamos una mitad y otra mitad, sino partes que al unirse forman una sola, de eso es de lo que se trata, de conectar, de conocer, y conocer no solo a tu pareja sino a ti.
Creo que el momento en el que estás con esa persona, que con una mirada te salva la vida, que con una respuesta ya sabes si algo anda mal, en ese momento lo sabes.
Creo que lo que importa es conocer todas las caras de la otra persona, y de que la otra persona lo sepa, que puedes ser por fuera fuerte y dura pero por dentro solo quieres mostrar tus sentimientos, y puede que por fuera parezcas sacada de un cuento de hadas, pero luego sea a ti a quién más le cueste mostrarlos.
Creo en que lo importante no es acordarse de a las 12:00 de ese día del mes decir felices x meses. Creo que lo importante es hacer sentir a esa persona lo más feliz posible sin importar que día sea. Y creo que esa felicidad no puede ser comprada, sino que tiene que ser demostrada, con un abrazo por la espalda, con un te quiero sin razón más allá del simple hecho de la palabra, con esperarla a la salida de clase o con sonreír al verla porque su simple existencia te hace feliz.
Creo que el amor que das es el que recibes. Creo que tienes que luchar por lo que quieres, no porque pueda haber alguien que te lo quite, porque a fin y al cabo, nada es de nadie y todo es de todos. Pero si quieres lo que tienes, tienes que cuidarlo, con pequeños detalles o con grandes acciones. Tienes que forjar unos lazos que discusiones o dudas no puedan romper.
Creo que todos tenemos miedo, porque los que intentamos forjar esos lazos nos esforzamos constantemente, y se nos olvida querer, porque lo único que sabemos hacer es querer a esa persona, y darle todo nuestro corazón. Y tenemos miedo, tenemos miedo de si esos lazos se rompen, no vamos a saber querer otra vez, no vamos a saber querer ni a nadie ni a nosotros mismos.
Pero creo que hay un momento, o más que un momento, una persona a la que ofreces todas esas creencias.
Y al creer en el amor, creerás en ella.
Porque ella es amor.
Y el amor no se entendería sin ella.
ESTÁS LEYENDO
Palabras de amor para dos almas perdidas
שירים「Después del tornado, vino la calma 」 「Después de la pregunta, vino la respuesta」 「Después de mis miradas, vinieron las suyas」 [Si acaso llego a publicar esto es porque mi cordura ha decidido abandonarme. Nadie sabe que escribo, y menos ella sabe qu...
