Capitulo 10: La Fiesta (Parte 1)

383 23 2
                                    

Aquel día había pasado rápido frente a sus ojos. Como de costumbre, no había pegado ojo en toda la noche, había ido a su despacho a trabajar desde muy temprano y se había saltado la hora de la comida.

Lo que eran horas, a su parecer habían sido como minutos, el día paso rápido entre papeleo, papeleo y mas papeleo. Arreglos por aquí y por allá. Descubrió con alivio que este finalmente había concluido… muy temprano.

Su silla se volteo y su mirada se poso en la posición de las sombras proyectadas en la calle. Desde su torre tenia una muy buena vista, y mas tratándose del ultimo piso.

-5 de la tarde – murmuro para si mismo. Demasiado temprano.

Su plan original era terminar alrededor de las 7, justo a tiempo para regresar a la mansión, asearse y prepararse para la gran fiesta.

Pero ahora disponía de 2 horas.

Apoyo sus codos sobre su escritorio , dio un suspiro largo y cerro los ojos.

Dentro de unas horas tendría que soportar todo el barrullo de un montón de gente. No era que le molestase la presencia de los demás kages, representantes, mandatarios, señores feudales, ninjas influyentes. No en absoluto, … o bueno, tal vez un poco. Aunque ciertamente como Kazekage ya se había acostumbrado a dichos eventos de sociedad. La traba estaba en escuchar o aparentar escuchar lo que los demás decían, asentir, asentir, asentir una vez mas y finalmente retirarse a un rincón como el bar, o algo similar, para estar en completo y profundo silencio.

Ya Temari se encargaría de las relaciones, no por nada era la embajadora de Suna.

Dio un ultimo vistazo por la ventana antes de recoger su sombrero y ponérselo. Regresar a casa mas temprano no seria malo, después de todo dispondría de un poco de tiempo para descansar.

Ese día se había levantado alrededor de medio día, maldiciendo la costumbre creada a partir de los días en los que había estado en un forzado descanso por su hueso roto. Converso un rato con Kankuro, comió junto con los demás y apenas termino la comida, salto hacia su habitación para comenzar a arreglarse.

Oh si, comenzar a arreglarse para la gran noche. Tenia que lucir esplendorosa, por lo que le quería dedicar unas buenas horas a su aseo y arreglo personal. No por nada Tsunade la había mandado como ayudante y representante de su país. La rubia era de muy buen ver, además de que se desenvolvía rápidamente en las conversaciones y estaba acostumbrada a tratar con altos mandos, toda una futura cabeza de uno de los clanes mas importantes de Konoha.

Comenzó con un relajante y larguísimo baño con agua helada. Bien hubiera disfrutado usar una bañera con sus esencias favoritas, pero desde hace días que se conformaba con la regadera. Aun así, extrañaba enormemente la tina de su baño privado.

Mientras pasaba el jabón masajeando su curvilíneo cuerpo no pudo evitar pensar en cierto pelirrojo. No era en plan pervertido, no, nada de eso, si no como los pensamientos que vienen a uno mientras esta en la ducha, inverosímiles, repentinos. Tenia varios días sin verlo, dado a su condición ella no salía mucho de la mansión y además el había dejado de presentarse a la hora del almuerzo, igual para la cena. Ignoraba si regresaba a dormir. De pronto un sabor amargo invadió su boca, al imaginarse la posibilidad de que el la estuviera evitando. Idea que rápidamente desecho, si apenas habían coincidido un par de veces en el tiempo en que ella llevaba en Suna y no le había dado razones para algo así. Se habían tratado muy poco. Además, como Kazekage tenia muchos deberes que cumplir. Si, era eso.

Lisianthus y CactusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora