—Entonces, todos estaremos de acuerdo en que la conducta en realidad no es sólo lo que hacemos, sino que también es lo que pensamos y sentimos. —comentó mientras camino de un extremo al otro, frente a mis alumnos—De hecho, no es posible la ausencia de conducta, ya que en todo momento las personas de una u otra manera nos estamos comportando de alguna forma. —explicó y noto como todos toman apuntes, están concentrados y parecen estar interesados, no era por ser engreído pero era excelente en lo que hacía.
Antes de continuar, una chica alza la mano, y asiento, queriendo escuchar su intervención.
—Por ejemplo, una persona que está callada puede estar observando, pensando, contando mentalmente, etc., por lo que nunca se está "haciendo nada". Realmente la conducta lo engloba todo (lo físico-motor, lo emocional y lo cognitivo) y nos permite actuar sobre ella, ya que es una realidad tangible y accesible.
—Exactamente, usted lo ha ilustrado de la mejor manera, señorita Roberts.
Continuó con aquella lección y disfruto el compartir mis conocimientos y experiencia con estos jóvenes sedientos de aprendizaje y que a cada clase vienen preparados.
—Por lo anteriormente expuesto, la importancia que se le da a la conducta en el tratamiento psicológico—vuelvo a decir mientras tomo el marcador y encierro aquellas dos palabras en un círculo— se debe a que el comportamiento y su análisis nos aportan mucha información sobre la persona y su situación y nos permiten actuar sobre sus factores desencadenantes (estímulos), la conducta en sí misma y sus consecuentes, es decir, aquello que probabiliza que esa conducta se emita de nuevo o deje de emitirse.
Termino de hablar, toma el listado y paso asistencia. Cuando termino de hacer el chequeo, indicó la próxima lección y me despido de la clase. Miro el reloj y son más de las cuatro y media, está clase debió terminar hace una hora pero no me importa, no se ha Siro tiempo perdido. Tomo mis cosas y abandono el aula.
Cuando llego a casa, las luces están apagadas, al parecer, Megan no ha llegado.
Dejo el maletín, las llaves del auto y mi gabán sobre la barra de la cocina. Necesito una copa de vino y algo de música. Antes de que pueda llegar a la sala contigua, me detengo al escuchar un ruido en la parte superior.
Camino despacio hasta llegar a las escaleras, tomo uno de los palos de golf que están en el bolso a un lado de esta y subo lentamente, cuando llego escucho risas ... voces ... ellas.
¡Mierda,no!
Abro la puerta de donde provienen los ruidos y las encuentro. Ellas parecen sorprendidas con mi presencia pero tanto su expresión como la mía, se relaja cuando me doy cuenta que no son ladrones y ellas que no soy Megan.
—Que sorpresa.
Alzó las cejas y me quedo sobre el marco de la puerta. Allí están las dos sobre la cama del cuarto de invitados son sus uniformes escolares y joder, se ven muy ... demasiado sensuales, ¿como es posible ser tan sexy?
Mis ojos recorren sus piernas hasta llegar al borde de la falda que cubre menos de la mitad de su muslo y las camisas blancas que se ciñen a sus esbeltas figuras y están un poco abiertas, dejando ver desde mi posición un poco de la tela de sus sostenes. Tienen el cabello revuelto y las mejillas sonrojadas, como si hubiesen estado haciendo algo.
—Hola, tío Harry.—saluda Lily jugando con su cabello.
—Hola, papi—dice Aubrey y ambas ríen por el apodo.
—¿Interrumpo?—comento al dar unos pasos y ver lo que está en la pantalla del televisor. Pornografía.
Niegan y muerden sus labios.
—Yo creo que si ... vamos, Lily. Toma el control y dale play—ordeno con los brazos sobre mi pecho y esperando que haga lo que le pido.
De inmediato, el lugar se inunda de gemidos y jadeos, palabras sucias y la imagen de dos mujeres y un hombre, un trío sexual. No me cuesta mucho pensar en lo que ellas están imaginando.
—¿Te gusta, tío? —inquiere Lily, como si de verdad le importara mi opinión.
Vuelvo al vídeo, y en estos momentos el hombre yace sobre la cama, una de ellas está sobre su cara y la otra sobre sus piernas mientras se prepara para penetrarse con la erección del hombre.
—Si, obvio le gusta ... —le responde la hermana—y se está muriendo por hacer lo mismo con nosotras.
Entonces le doy una sonrisa torcida y digo:—¿que comes que adivinas, Aubrey?
Y entonces, cuando menos lo pienso; estoy con ellas ... en aquella cama, teniendo el mejor sexo de la vida, un trío mil veces mejor al del vídeo y con la sangre hirviendo, todo mi organismo colapsando por lo que ve, toca y siente. Mis ojos se deleitan con la silueta de dos adolescentes atrevidas, mis manos no se apartan de aquellas pieles que rozan constantemente con la mía y sobre todo, mi boca, mis labios disfrutan de los suyos ... de todo.
—Lily, bésame—pide Aubrey.
Aquella escena me parece demasiado caliente. Gemidos y jadeos brotan, mientras se besan, sus senos rozan, sus manos acarician la piel de la otra.
—Aubrey, tócame ... —pide Lily y entonces ella sonríe, se aparta levemente de sus labios y baja de su boca a su cuello y luego a su estómago, la pelinegra queda sobre mi pecho, tomando mis manos y poniéndolas sobre sus senos, específicamente sobre sus hinchados y rosados pezones—sigue, por favor ...
Aubrey se instala entre sus piernas, la mira y me mira ... besa el interior de sus muslos y entrelaza las manos con las de su hermana mientras empieza a enloquecerla con su lengua.
Estoy muy excitado.
—Ah, si ... más.
Mis manos aprietan sus pezones y beso su cuello, mientras observo como la rubia empieza a provocar que su piel se erice, sus ojos se cierren y su abdomen se tense.
—Papi, papi ... me voy a correr—avisa y encorva la espalda.
Mientras sus piernas tiemblan por el orgasmo que la ha sacudido, murmuro en su oído: —y ahora, es mi turno,pequeña Lily.
Ellas eran una caja de sorpresas.
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Shared | h.s ↬ mature [PAUSADA]
FanficA él no le gustaba compartir, a ellas si. Todos los derechos reservados. Harryssyndromex2018©